El Patio de los Leones recobra su imagen

Quiso la casualidad que los primeros turistas que pisaron el nuevo y deslumbrante Patio de los Leones fueran unos ingleses de Londres. Su ciudad se preparaba para la inauguración de los Juegos Olímpicos, pero ellos prefirieron estar en otro estreno histórico: la reapertura al público tras un minucioso proceso de restauración que ha durado una década del Patio de los Leones de la Alhambra de Granada.

Al principio, los británicos -una familia que declaró estar feliz por asistir a un momento tan especial- y los que les siguieron caminaron hacia la famosa fuente con la delicadeza y la parsimonia de quien se adentra en una zona en la que figura el aviso de 'recién pintado'. No acababan de tener claro si podían andar sobre las blancas planchas de mármol almeriense de Macael que, tras la rehabilitación, alfombran el Patio de los Leones. Era como si fueran a invadir un territorio virgen. Pero sí, se podía. Diez años después la famosa estancia mostraba al mundo su flamante rostro. «Este es el mismo Patio de los Leones que vieron y pisaron los Reyes Católicos tras la conquista de Granada», recordaba el arquitecto Pedro Salmerón, uno de los cien expertos que han trabajado en la restauración.

El especialista explicó que existen abundantes testimonios documentales de aquel tiempo -finales del siglo XV- que hablaban de un pavimento marmóreo y pálido como la nieve. Y eso fue lo que se encontraron Isabel y Fernando hace 520 años y una familia británica y otros cientos de viajeros del siglo XXI, ayer por la mañana.

El llamado Palacio de los Leones del recinto fue edificado en la segunda mitad del siglo XIV por Muhammad V. Los trabajos para devolver al patio su antiguo aspecto han consistido en la colocación de 250 losas de mármol para cubrir una superficie de 400 metros cuadrados. El peso de las losas oscila entre los cuarenta y los cincuenta kilogramos.

El flamante suelo -extraído de las entrañas de la sierra almeriense de Los Filabres- era la gran novedad, porque los doce leones ya fueron devueltos a su emplazamiento original en diciembre de 2011. Muchos descubrieron entonces que también eran blancos y no grises, que era el color que había dejado en las fantásticas estatuas el óxido del tiempo.

El león número cuatro fue el primero en ser retirado del patio. Eso ocurrió en 2002 y un lustro más tarde, le siguieron el resto para someterse también a exhaustivas intervenciones de 'cirugía estética'. Los restauradores empezaron por los más pequeños, que eran los que estaban más afectados y luego se concentraron en reparar a sus hermanos mayores. Según detalló Carmen Tienza, una de las personas que se encargó de la tarea, la principal causa del deterioro de los leones fue la combinación entre el agua que fluía de la fuente y los cambios de temperatura que experimenta Granada, una ciudad en la que pueden darse diferencias de más de veinte grados entre la noche y el día. Ese fenómeno obligó a 'cerrar el grifo' en 2001. Desde entonces, los leones no habían vuelto a expulsar agua a través de sus fauces. Ayer acabó la sequía.

Griñán, impresionado

Fue la mano del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, la que abrió, once años después, la 'llave de paso'. Le acompañaban el alcalde de Granada, José Torres Hurtado; el consejero de Cultura y Deporte, Luciano Alonso; la directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife, María del Mar Villafranca; o el rector de la Universidad, Francisco González Lodeiro.

Griñán, «sobrecogido por el escenario», ensalzó el trabajo de los cien expertos que han restaurado el Patio de los Leones y destacó que todo el equipo profesional era netamente andaluz. «Ahora podemos ver y escuchar lo que se escuchaba. No solo hemos restaurado el patio, hemos recuperado una parte sustancial de la historia», destacó el jefe del Ejecutivo andaluz, que también afirmó que la Alhambra es el monumento «más importante de España y de Europa».

La prioridad ahora es que la estancia se mantengan en perfecta forma. Para ello, el Patronato va a instalar varios dispositivos que permitirán la toma de registros y análisis en el Patio de los Leones. También una estación meteorológica para «evaluar comportamientos de los bienes en el microclima» de ese espacio y «un sistema de seguridad avanzado».

Los visitantes podrán saber más sobre el fascinante proceso de restauración del Patio de los Leones en una exposición, que quedará instalada en la Cripta del Palacio de Carlos V, que mostrará los vídeos que se han grabado mientras los expertos trabajaban.