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Imagen de la sede del Banco Central Europeo en la ciudad alemana de Fráncfort. :: KAI PFAFFENBACH / AFP
Economia

El BCE sugiere una solución para España a través del fondo de rescate

La entidad sopesa otorgar una licencia bancaria al mecanismo de emergencia para aumentar su potencia de fuego

IÑAKI CASTRO CORRESPONSAL
BRUSELAS.Actualizado:

El BCE se mueve. Atosigado por España desde hace semanas, el banco central hizo ayer un gesto simbólico que tuvo un impacto directo en la insoportable prima de riesgo. La entidad no anunció que vaya a comprar deuda española, pero sugirió que podría respaldar una solución duradera para mantener a raya a los mercados. La idea consistiría en otorgar una licencia bancaria al Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede), el fondo de rescate permanente que entrará en vigor en septiembre. Esta certificación permitiría al BCE inyectar cantidades ilimitadas en el Mede, que a su vez podría volcarse en la adquisición de bonos en los parqués y garantizar la tranquilidad de los países más vulnerables.

Ewald Nowotny, miembro del consejo de gobierno del BCE, fue el encargado de lanzar el guiño tras días de incertidumbre. El también presidente del Banco Central de Austria subrayó que existen «argumentos a favor» para disparar la dotación de medio billón de euros asignada al Mede. Los analistas defienden que esta potencia de fuego resultaría insuficiente para rescatar a España e Italia, lo que alienta los ataques especulativos. Con la ficha bancaria, el fondo de rescate permanente podría acudir a la ventilla del emisor de la moneda única como una entidad más y pedir dinero. En ese escenario, se calcula que sus recursos serían virtualmente ilimitados, un mensaje de fuerza que los mercados entenderían al instante.

Hasta ahora, el BCE había rechazado frontalmente la concesión de la licencia al Mede. A primeros de mes, el presidente del organismo con sede en Fráncfort, Mario Draghi, dejó claro que no cederían en esta cuestión porque desbordaría su mandato, que a diferencia de otros bancos centrales impide financiar directamente a los países. «No hay nada que ganar pidiendo a la institución que actúe fuera de sus límites y destruyendo su credibilidad», enfatizó. Ayer, sin embargo, Nowotny abrió la puerta a buscar fórmulas de consenso. Sus palabras apenas fueron un chispazo de esperanza para España, pero no hay que olvidar de quién vienen. Austria es uno de los aliados más firmes de Alemania en su negativa a dar pasos ambiciosos para resolver la crisis.

En una prueba de su pertenencia a la línea más dura del instituto emisor, Nowotny insistió en que no se reactivará la compra de deuda. «No hay que ponerse demasiado nerviosos con los movimientos inmediatos, sino orientarse hacia el medio y largo plazo. Personalmente, no soy amigo de las intervenciones ad hoc», proclamó. En su opinión, la mejor manera de calmar a los mercados pasa por aplicar lo antes posible el rescate bancario español. «Lo primero es hacer que las decisiones tomadas funcionen. Eso lleva tiempo, pero ya se ha abierto el camino para una intervención eficaz en España», agregó durante su entrevista con Bloomberg.

El debate sobre la licencia bancaria no es nuevo. Sarkozy y, más recientemente Hollande, han presionado para apuntalar sin miramientos el Mede. La tesis de fondo es que cuánto más poderosos sean los cortafuegos de la zona euro menos habrá que utilizarlos por su capacidad disuasora. París podría ganar un aliado clave si el BCE acaba decantándose por esta solución. Desde que estalló la crisis, el organismo monetario ha supeditado sus movimientos a los pasos de la UE para acelerar su integración. Con la unión bancaria en marcha, el emisor tendría la excusa ideal para ampliar su papel y apostar por el refuerzo del Mede.

Alemania, como siempre, tendrá la última palabra. Angela Merkel se ha negado a avanzar por la vía de la ficha bancaria, pero podría verse obligada a ceder ante el implacable castigo a la deuda española. Pese a que el rescate total sigue sobre la mesa, cada vez cobra más fuerza la opción de que el fondo de rescate adquiera bonos para proteger a España. Si esta hipótesis se materializa, la necesidad de elevar su dotación será todavía más acuciante. Actualmente, solo está operativo el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que dispone de 150.000 millones.

Vacaciones en Bruselas

Pese al angustioso acoso que padece España, en Bruselas empiezan a aparecer voces que abogan por evitar decisiones precipitadas. Según el 'Financial Times', la UE quiere aguardar a que se ponga en marcha el rescate bancario para ver su impacto en los mercados. Ayer, la Comisión aprobó la base jurídica necesaria para activar el proceso. El problema es que hasta el final del verano no se espera que puedan arrancar las recapitalizaciones porque todavía se analizan las necesidades de cada entidad.

A modo de ejemplo de la relativa calma en la capital europea, los responsables del Ejecutivo comunitario no discutieron ayer la situación española en su última reunión antes de las vacaciones. Una de las razones que explicaría la aparente tranquilidad de la Comisión es que para muchos el rescate integral español resulta inviable a corto plazo. Como el Mede no está operativo, se alega que no existen los fondos necesarios para activar un salvavidas que rondaría los 400.000 millones.