Interior de la Bolsa de Madrid. / Paco Campos (Efe)
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El estímulo que le faltaba al Ibex

Gana un 6,06% y alcanza los 6.368 puntos, impulsado por las palabras de Draghi, mientras la prima de riesgo desciende a los 561 puntos básicos

MADRID Actualizado: Guardar
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Han sido muchas sesiones de espera a que el Banco Central Europeo (BCE), el único organismo que, hoy por hoy, podía sacar del atolladero a España, moviera ficha. La demanda de estímulos se ha materializado, aunque sólo mediante siete palabras: "Haré todo lo necesario y será suficiente". Tal ha sido la tensión acumulada que, con estas declaraciones de Mario Draghi, los inversores han podido desquitarse de parte de los temores acumulados. Tanto que el Ibex-35 ha registrado su mejor cierre desde primeros de mayo de 2010, cuando la volatilidad también era extrema, poco antes de que España estuviera a punto de ser intervenida por la Unión Europea. La contradicción de Draghi con respecto a su férrea postura anti-interventora tiene su razón de ser en las dos duras advertencias que le ha lanzado Moody's a Alemania en apenas tres días. La agencia de calificación se ha despachado tanto contra la economía germana, en general, como contra 17 de sus entidades, en particular, a cuenta de la posible recesión europea y de cómo afectaría tarde o temprano a la locomotora continental. Si Alemania teme algo, el BCE se mueve y toda Europa respira.

Al final, el Ibex-35 ha conseguido revalorizarse un 6,06% y se ha situado en los 6.368 puntos, aunque en algún momento de esta última sesión llegaba a registrar cuotas por debajo de los 6.000 puntos. Se ha convertido en el mejor índice del Viejo Continente. Pero lo que realmente ha caído ha sido la prima de riesgo: casi un 9%, hasta situarse en los 560 puntos básicos, después de mantenerse durante una semana por encima de los psicológicos 600. Además, la rentabilidad del bono español a diez años ha abandonado la friolera del 7% para liquidar la sesión en el 6,92%. Aunque también ha ayudado en parte la evolución del 'bund' alemán, que no ha parado de subir en toda la semana, hasta el nivel del 1,32%.

Con el estímulo de Draghi, el resto de índices europeos también se han sumado al festín y sólo el FTSE londinense se ha distanciado al acumular una subida del 1,36%. Sin embargo, el DAX ha llegado a apuntarse un 2,75%, mientras que el CAC francés ha subido un 4,07%, el MIB italiano un 5,25% y el Eurostoxx-50, un 4,26%. También se ha recuperado, en parte, la cotización del euro, que ha estado a punto de recuperar el nivel de los 1,23 dólares. Además, el precio del barril de Brent ha subido hasta cerca de los 106 dólares.

Todas las compañías del Ibex-35 han cerrado en positivo, aunque con notables diferencias. Mientras que algunos 'blue chips', como Santander o BBVA, se han apuntado avances de dos dígitos (10,67% en ambos casos), las acciones de Repsol han subido un 7,90% y las de Iberdrola un 6,63%. El contrapunto lo ha puesto durante toda la jornada la evolución de las acciones de Telefónica. No han dejado de mejorar sus posiciones, al abrigo de lo que hacía todo el mercado, pero ha sido la última en abandonar las minusvalías en este jueves y al final ha avanzado un 3,35%, insuficientes si quiera para alcanzar, de nuevo, la cota de los 9 euros por acción. El anuncio de la suspensión de dividendos para este ejercicio se ha notado en la evolución del valor.

Los títulos que más terreno han avanzado han sido los de Gamesa (19,88%), Mapfre (14,13%) o Bankinter (13,90%). De hecho, los bancos han agradecido el anuncio del BCE con avances como los de Sabadell (9,04%), Caixabank (7,64%), Popular (5,36%) y, en menor medida, Bankia (2,86%).

Los valores que menos terreno han conseguido apurar han sido los de Acerinox (0,84%), REC (0,86%) y DIA (1,18%).

En el Mercado Continuo, habitualmente mucho más volátil, destacan rebotes tan impresionantes como los de Inm. Colonial (49,35%) o Metrovacesa (11,63%). Por su parte, Banco Valencia (-4,76%), Miquel Costa (-2,96%) y Enel GP (-2,86%) han registrado las mayores minusvalías de la jornada.