Críticas gaullistas al 'mea culpa' del presidente francés por la colaboración con el nazismo
El conservador Guaino y el izquierdista Chevènement defienden que la única Francia legítima estaba en la resistencia
PARÍS. Actualizado: GuardarPersonalidades de derecha e izquierda, fieles a la tradición gaullista, criticaron ayer el 'mea culpa' entonado la víspera por el presidente socialista, François Hollande, sobre la responsabilidad histórica de Francia en la colaboración con el ocupante nazi para perseguir a los judíos. «La verdad es que el crimen fue cometido en Francia por Francia», proclamó en el 70º aniversario de la redada en París de 13.000 judíos deportados a los campos de exterminio.
El diputado conservador Henri Guaino se declaró escandalizado por unas palabras pronunciadas en nombre de «la Francia que amo, que no estaba en Vichy sino en Londres», desde donde el general Charles de Gaulle llamó a la resistencia. «Lo que fue cometido en aquella redada fue abominable y un horror. Pero ¿qué tiene que ver Francia con eso?», se preguntó el antiguo consejero especial de Nicolas Sarkozy antes de acusar a Hollande de faltar al respeto a «la Francia libre, combatiente y resistente».
El senador izquierdista Jean-Pierre Chevènement lamentó que el discurso presidencial omitiera que la redada fue practicada «por orden del Estado francés de Vichy, colaborador con la Alemania nazi». «Es ocultar los acuerdos alcanzados con la Gestapo por René Bousquet, entonces secretario general de la Policía, actuando para el Gobierno de Vichy. Es hacer como si (el mariscal) Pétain fuera Francia y como si el verdadero golpe de Estado operado el 10 de julio de 1940 por un gobierno de capitulación no hubiera existido», opinó el exministro de Defensa e Interior.
Guaino y Chevènement ejercieron de portavoces de la tesis gaullista que considera ilegítimo al régimen colaboracionista de Vichy por ser consecuencia de un golpe de Estado sin bases jurídicas ni constitucionales. Por consiguiente, sus actos no comprometen en nada a Francia, que no puede ser responsabilizada de las atrocidades cometidas hasta la liberación del país por las tropas aliadas. Esta argumentación sirvió para considerar a Francia en el bando de los vencedores de 1945 y otorgarle una silla permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Defendida como es lógico por De Gaulle, esta teoría fue adoptada por el socialista François Mitterrand, otro estadista que vivió la Segunda Guerra Mundial, quien en 1992, con motivo del cincuentenario de la redada, negó la responsabilidad de la República en aquellos crímenes por estimar que la única Francia legítima entonces era la Francia libre de la resistencia. En ruptura con el gaullismo del que se reivindicaba, Jacques Chirac fue en 1995 el primer presidente francés en reconocer la responsabilidad de Francia, doctrina oficial asumida ahora por Hollande en claro desmarque por la izquierda de Mitterrand para escándalo de los guardianes del viejo templo gaullista.