Atasco a la salida del laboratorio olímpico
En el último ensayo, España claudica ante el físico de EE UU, liderado por Carmelo Anthony y Lebron James | Pau Gasol y Serge Ibaka fueron los mejores de la selección con 19 y 16 puntos respectivamente
MADRIDActualizado:España no pudo vencer ayer a Estados Unidos en el último compromiso de la selección antes de iniciar su aventura en los Juegos este próximo fin de semana. Los de Scariolo no pudieron tomarse la revancha y acabaron cayendo por 78 a 100 a pesar del buen trabajo de Pau Gasol (19 puntos) y Serge Ibaka (16 puntos), que fueron insuficientes ante Carmelo Anthony (27 puntos) y Lebron James (25 puntos).
Que el de anoche es uno de los mejores partidos que se pueden ver a día de hoy es una verdad inapelable. Que el voltaje y lo eléctrico del choque se multiplicará en un hipotético cruce en Londres por la pieza más codiciada del botín olímpico, con todos los naipes al descubierto, nadie lo duda. Sergio Scariolo ya avisó en la víspera del partido de que parte de la carne se quedaría lejos de la brasa y que no descubriría en Barcelona toda su batería táctica, reservándose por tanto un supuesto abanico de alternativas ofensivas y trampas defensivas.
Apenas se pudo disfrutar durante 20 minutos de un espectacular choque entre lo mejor del universo NBA y del baloncesto FIBA. En la reedición de la última final olímpica, España pareció imbuirse del mismo espíritu que en aquella histórica cita. Lo que no se repitió fue la polémica de los pasos, debidamente señalados en esta ocasión, a falta de despejar la posición sobre este asunto que tomará el colectivo arbitral de cara los Juegos. Aunque la veda la abrió un triple de Chris Paul, fueron los pupilos de Scariolo los que tomaron la iniciativa. Tras sendas acciones de Gasol y Navarro, la batuta la tomó Serge Ibaka, que protagonizó probablemente sus mejores minutos en el combinado nacional. El poderoso físico castigó el aro defendido por los yanquis en varias ocasiones. Acabó la primera parte del partido con ocho dianas en nueve intentos tras errar un único tiro tras un delicioso juego de pies en medio de la zona.
Se aprovechó en la zona de la marcha de Tyson Chandler, el único pívot de corte clásico, al banquillo por faltas. Si hay oportunidad de meter mano a la selección estadounidense, uno de los flancos más débiles, si se les puede adjudicar ese adjetivo, es el juego interior. Más aún si en tu equipo juegan Pau y Marc Gasol, que ayer se quedó en el dique seco -al igual que Sergio Rodríguez- recuperándose de sus molestias en el hombro.
Aparición estelar de Anthony
Pero la ausencia de interiores también es una peligrosa arma de doble filo. Ayer lo demostró Carmelo Anthony, quien facilitó la remontada de los suyos con 19 puntos en una primera mitad excelente. Con Kevin Durant en una inactividad ofensiva impropia de uno de los tres mejores jugadores de la NBA y con Lebron James ocupado en la refriega defensiva en la pintura, fue el jugador de los New York Knicks el que con su acierto desde la línea de triple el que amasó una ventaja superior a la decena, que España pudo recortar antes del descanso (40-48) para poder seguir metida en el partido.
Tras la reanudación Estados Unidos se apropió de la fiesta. Cuando se cumplen el veinte aniversario de los Juegos de Barcelona, Bryant o James brindaron su particular homenaje a Magic, Bird, Jordan y al resto de aquel 'Dream Team' de leyenda con asombrosas acciones que levantaron las posaderas de miles de espectadores de sus asientos. La fluidez mostrada por España en la primera parte claudicó momentáneamente ante la intensidad de su rivalm que castigó cada pase que no fue dado en firme. Apareció entonces la versión más entonada de Durant, casi desaparecido hasta entonces, que abrió brecha para poner la diferencia alrededor de los quince puntos, unos guarismos que se manejaron durante el resto del encuentro.
A pesar de ello, España tardó en perderle la cara al partido amenazando con castigar cada muestra de apatía de su rival. Empezó entonces un intercambio de canastas del que salió ganando la selección estadounidense, favorita al oro, que tras dos triples de Lebron James consiguió abultar las diferencias hasta superar la veintena. A partir de ahí, poco que contar. El último ensayo de laboratorio no cuajó como se esperaba. Tampoco fue un fracaso. Habrá que esperar a una hipotética final en la capital londinense para conocer la efectividad de lo que Scariolo ha querido esconder.