El anuncio de Gallardón de limitar el aborto levanta una polvareda
El ministro asegura que la malformación del feto ya no será un supuesto legal porque es «éticamente inconcebible»
MADRID. Actualizado: GuardarEl ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, levantó ayer una gran polvareda política y social al anunciar que en la futura reforma de la ley del aborto ya no será un supuesto la malformación del feto, una propuesta que calificó de «éticamente reprobable con la que se ha estado conviviendo durante tanto tiempo», ya que «no se le daba la misma protección que a un concebido sin ningún tipo de minusvalía».
Gallardón explicó que el objetivo de su ministerio es que la ley del aborto vuelva a «un sistema de supuestos» anterior a la actual ley de plazos, si bien revisando «algunos aspectos» que ya estaban vigentes en años anteriores.
«El Constitucional estableció una doctrina con relación a cómo debe regularse la protección del concebido y ha establecido que no siendo un valor absoluto la vida del concebido, y que hay supuestos en los que, entrando en conflicto con otros conflictos, el legislador opte por uno u otro, no es tampoco un valor que pueda ser desprotegido, que es, literalmente, lo que ha establecido una ley de plazos», afirmó a La Razón.
La actual regulación de la interrupción del embarazo establece el aborto libre hasta la semana 14 y hasta la 22 en caso de riesgo de la vida o la salud de la mujer o graves anomalías del feto, y sitúa en 16 años la mayoría de edad para decidir.
Para la secretaría de Igualdad del PSOE el anunció de Gallardón «deja claras las opciones a las mujeres españolas respecto a la interrupción voluntaria del embarazo: si tenemos dinero podremos salir de España para hacerla, si no, corremos los riesgos de la clandestinidad, la inseguridad sanitaria y jurídica». En un comunicado señaló que el Gobierno «busca el aplauso ultraconservador atacando a las mujeres y actuando contra lo que piensa la mayoría de los ciudadanos».
La Fundación Mujeres consideró que «es una gran tragedia en relación al derecho a la mujer a decidir», mientras que el colectivo Derecho a Vivir afirmó que era un «progreso histórico» en la protección de la dignidad humana y apoyó la eliminación de otro «coladero», el supuesto del riesgo para la salud mental de la madre.