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MUNDO

Corea del Norte insinúa reformas 'a la china'

Kim Jong-un podría haberse hecho con el poder militar para potenciar las reformas agrarias y un aperturismo controlado

ZIGOR ALDAMA
SHANGHÁI.Actualizado:

El ejército primero. La doctrina que rige Corea del Norte desde que en 1994 murió su fundador, Kim Il-sung, no puede estar más clara. 'Songun' la llaman. Y supone que los militares tienen preferencia en todos los ámbitos del Estado. Detentan un poder casi absoluto, algo aparentemente lógico en la dictadura más hermética del planeta. Pero quizá ahí esté precisamente la razón del culebrón que se estrenó en Pyongyang el pasado domingo, cuando Kim Jong-un decidió cesar -por su salud, eso sí- al general de confianza de su padre que detentaba el cargo de Jefe de Estado del Ejército, Ri Yong-ho.

El desconcierto se acrecentó al día siguiente con el nombramiento de un desconocido militar como vicemariscal, y Kim remató la transformación al auparse él mismo a lo más alto de la cúpula del Ejército. Pero, curiosamente, es posible que este proceso tenga fines mucho menos beligerantes de lo que parece. De hecho, podría ser el principio de una nueva, y esperanzadora, era.

El tercero de los Kim podría haberse hecho con el poder militar para potenciar el civil y acometer profundas reformas agrícolas y económicas, imprescindibles para levantar la marchita economía de la hermana comunista de Corea, que el año pasado creció un mísero 0,8% después de haberse contraído el 0,5% en 2010. ¿Será la apertura 'a la china' que con tanta expectación se espera?

La fuente citada por Reuters, que ya predijo con precisión la prueba nuclear de 2006, arroja luz sobre la fulminante destitución de Ri, que podría haberse desatado por su oposición al cambio. «Era el más ferviente partidario de la política 'songun'», asegura. Y, por lo tanto, no vería con buenos ojos que el poder civil se haga con el control de la economía. Pero, sin Ri, el joven Kim ya tiene vía libre, y podría haber creado un buró político dentro de su gabinete para impulsar esas reformas.

«Antes el gabinete estaba vacío y el Ejército controlaba la economía. Ahora la situación va a cambiar», anticipa la fuente anónima, que asegura que el caudillo ha formado un 'grupo para la reforma económica' destinado a delinear el camino, quizá con la ayuda de la vecina China. De hecho, diferentes fuentes apuntan a la llegada de siete altos cargos norcoreanos a la pequeña ciudad de Huaxi, la que concentra mayor número de millonarios chinos, para aprender de su particular milagro económico.

Sin duda, a Pekín no le interesa que aumente la tensión en la península, y mucho menos que se repita la hambruna que diezmó a la población norcoreana en la infame década de 1990. China prefiere un socio estable. Que sirva de contrapeso a la abundante presencia militar estadounidense en Corea del Sur, sí, pero sin pasarse. No es de extrañar que en Seúl vean con muy buenos ojos las noticias de esta semana. El Ejecutivo, de hecho, ya trabaja con varios escenarios posibles, la mayoría optimistas. Que Mickey Mouse y Sylvester Stallone hayan aparecido en actos oficiales parece confirmar que acabar resultando positivo estar gobernado por un veinteañero.