Los secuestradores dicen que han cobrado 15 millones por los cooperantes
MADRID. Actualizado: GuardarEl Ejecutivo guarda estricto silencio más allá de las muestras de «extraordinaria alegría porque ya estén entre nosotros» sobre la liberación de los cooperantes Ainhoa Fernández de Rincón y Enric Gonyalons, secuestrados durante nueves meses en el norte de Malí por una milicia islamista radical. «El Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer en cada momento y con un absoluto respeto a la legalidad nacional e internacional», aseguró ayer el ministro de Asuntos Exteriores, José María García-Margallo ante las preguntas sobre el pago de un supuesto rescate a cambio de la liberación de los dos españoles y la italiana Rosella Urru. García-Margallo apeló a mantener la discreción sobre la operación, aún más cuando dos españolas permanecen aún secuestradas en Somalia.
El ministro declinó manifestarse en relación con las manifestaciones del mediador de Burkina Fasso que se hizo cargo de las conversaciones con el Movimiento por la Unidad y la Yihad en el Africa Occidental (Muyao) que mantuvo cautivos a los tres cooperantes. Según declaró el pasado jueves el general Gilbert Diendiere, la operación consistió en «una liberación a cambio de otra liberación». En concreto la de los tres secuestrados y al menos dos radicales islamistas encarcelados en países del norte de África, uno de ellos preso en Mauritania.
Según declaró a la agencia AFP Walid Abu Sarhau, portavoz de Muyao, además de la excarcelación de sus compañeros de armas, España e Italia habrían abonado 15 millones de euros, la mitad de la cantidad exigida en un principio por la organización.
Aun así, el portavoz se dio por satisfecho al calificar el dinero pagado como «un rescate considerable». Reiteró asimismo que los occidentales que trabajan en los campos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia) seguirán siendo objetivo de Muyao.