CiU rompe su colaboración con el PP en el Parlamento

El clima de colaboración que mantenía CiU con el PP en el Congreso tiene sus días contados. El matrimonio de conveniencia, forzado por la crisis y la precariedad financiera, que llevó a la federación nacionalista a apoyar la reforma laboral, la 'amnistía fiscal', la Ley de Estabilidad Presupuestaria, la reforma del sistema financiero, así como el primer paquete de medidas de ajuste aprobadas por el Ejecutivo central el 30 de diciembre, se ha roto. Ese idilio en el Parlamento, que fue bautizado por algunos como una reedición del histórico pacto del Majestic ya que el PP catalán ha apoyado los dos últimos presupuestos de la Generalitat catalana, ha durado poco más de medio año.

Lo anunció ayer el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, que puso como principal argumento de la ruptura la negativa del Ejecutivo de Mariano Rajoy a compartir con Cataluña la relajación de los objetivos de déficit avalada por la UE, lo que supondría todo un balón de oxígeno para las maltrechas cuentas de la Generalitat, que suda para pagar las facturas a final de mes.

La gota que colmó el vaso, el punto de inflexión para que CiU abandone su espíritu colaborador en Madrid fue, a juicio de Duran, la actitud «completamente irresponsable, impresentable e inconcebible» del ministro de Hacienda en la reunión que el Consejo de Política Fiscal y Financiera celebró el jueves pasado. La posición de Cristóbal Montoro «cierra el paso a una colaboración con el Gobierno del Estado, las cosas no pueden ser como hasta ahora», expresó el líder democristiano.

La primera consecuencia de este divorcio exprés se comprobará el jueves en el Congreso cuando CiU vote en contra de los recortes anunciados por Rajoy. A pesar de que hasta la fecha el Ejecutivo catalán y CiU se habían mostrado como firmes defensores de las medidas de ajuste emprendidas por el Gobierno central, en consonancia con las tres oleadas de recortes que ha aplicado Artur Mas en año y medio de legislatura catalana, y a pesar de que la federación nacionalista le había pedido a Rajoy que profundizase su política de rigor presupuestario, en esta ocasión CiU se opondrá al tijeretazo y no convalidará el decreto ley del Gobierno.

Los nacionalistas, que no descarta una cuarta ronda de recortes en Cataluña, considera que las últimas medidas anunciadas por la administración central suponen todo un «atentado contra el autogobierno y la autonomía local», en el caso de la liberalización de los horarios comerciales, y constituyen además un «desbarajuste económico», por ejemplo la subida del IVA.