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ESPAÑA

Putin se aferra al plan de Annan pese a sus reiterados fracasos para lograr la paz

El presidente ruso se reunirá en Moscú con el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe mientras Irán se ofrece a mediar en el conflicto

I. U.
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El fracasado plan de paz de Kofi Annan se ha convertido en la excusa a la que prefieren aferrarse los aliados de Bashar el-Asad para no condenar a su aliado político y estratégico en el Consejo de Seguridad de la ONU. Bajo el argumento de que esa propuesta «es la única plataforma capaz de solucionar los problemas internos en Siria», el presidente ruso, Vladímir Putin, intentará reanimar la inexistente alternativa en el marco de una reunión que mantendrá mañana en Moscú con el enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe.

Las expectativas de lograr resultados positivos en el encuentro se reducen, sobre todo después de que al menos 200 personas perdieran la vida la semana pasada en la localidad de Tremseh. El Kremlin, sin embargo, se muestra firme en su decisión de seguir apoyando a El-Asad y su argumento para hacerlo es que Occidente quiere poner una cruz a la misión de la ONU y allanar el camino para una intervención militar del mismo modo que ocurrió en Libia.

El sustento militar y económico de Rusia e Irán -que ayer se mostró dispuesto a «facilitar» un encuentro entre las autoridades de Damasco y la oposición-, además del veto de Pekín y Moscú en el Consejo de Seguridad constituyen los principales puntales sobre los que se asienta un régimen que comienza a resquebrajarse. A la deserción del exgeneral de la Guardia Republicana y amigo personal de El-Asad, Manaf Tlas, le siguió el embajador de Irak, Nawaf Fares, que ayer rompió su silencio en la cadena de televisión catarí Al-Yasira.

A juicio de Fares, el presidente sirio «es un mentiroso». «Es muy diferente del que se muestra a la vista. Tiene los genes de un dictador. Su padre mató a mucha gente hace 30 años», dijo, al tiempo que admitió que el régimen está «muerto en todos los sentidos».

Fares, un suní con importantes conexiones en los servicios de seguridad sirios, basó su abandono del cargo en el «convencimiento de que el régimen nunca va a hacer nada por el futuro del pueblo». «Están mintiendo. Hay homicidios por todas partes, hay destrucciones por todas partes, hay opresión por todas partes», reconoció. Aun así, advirtió de que las continuas deserciones del Ejército han hecho mucho daño a El-Asad, que ya solo confía en «las unidades militares de elite para las zonas más conflictivas».