«Esfuerzo justo», la austeridad en 'Hollandés'
El presidente francés promete que los sacrificios afectarán a los más ricos y no a las clases medias
PARÍS.Actualizado:«Esfuerzo justo». En idioma 'hollandés' es el nombre que reciben la austeridad, el rigor y los tijeretazos. François Hollande ejecutó la pirueta semántica ayer en su primera gran entrevista en televisión, desde que hace dos meses accedió a la presidencia de Francia, con motivo del 14 de Julio, la fiesta nacional. El mandatario socialista insistió en que los sacrificios afectarán sobre todo a las grandes empresas y a los más ricos sin dirigirse a la clases medias ni recurrir a instrumentos fiscales de alcance indiscriminado como la subida del IVA.
Como Nicolas Sarkozy, su predecesor conservador, Hollande también ha erradicado conceptos como rigor o austeridad de su vocabulario político. «No habrá más que un palabra en mi boca que será empleada porque corresponde a lo que quiero hacer: el esfuerzo, el esfuerzo justo», declaró en una entrevista emitida en directo por las dos principales cadenas de televisión al término del tradicional desfile militar por los Campos Elíseos. «Hay un esfuerzo a hacer que debe ser justo», remachó.
El presidente socialista recordó un par de veces a lo largo de su intervención que la derecha había estado en el poder los diez años anteriores. Pero reconoció haber heredado un país del que conocía el estado, «por lo que no voy a fingir descubrirlo». Ese legado difícil en la situación económica lo resumió en tres parámetros con la luz roja: 90% de deuda pública, un récord histórico en Francia; 10% de paro, la tasa más alta desde hace doce años; y 70.000 millones de euros de déficit comercial, el desfase más elevado registrado nunca en la balanza de pagos.
«Audacia para ahorrar»
La consecuencia es que la izquierda gala se ve obligada a encontrar 33.000 millones de euros en 2013, según cálculos no cuestionados del Tribunal de Cuentas, para cumplir con los imperativos europeos de reducción del déficit público. La consecución del objetivo pasará por la eliminación de medidas adoptadas por Sarkozy, como la subida del IVA y el blindaje fiscal de las rentas más altas, o la introducción de un tramo impositivo del 75% para ingresos superiores a un millón de euros anuales.
Los recortes del gasto evitarán la educación, la seguridad interior y la justicia, departamentos que concentran el 60% del funcionariado. Por consiguiente, todos los demás ministerios tendrán que reducir sus efectivos «con imaginación y audacia para ahorrar». Aunque también les perjudicará la anunciada fiscalización de las horas extraordinarias, aseguró que los ajustes no irán dirigidos a las clases medias.
Hollande se congratuló de que el tratado de estabilidad europeo fuera completado en la cumbre del 29 de junio en Bruselas con un pacto de crecimiento conforme a su compromiso electoral de renegociarlo. Pero reiteró su rechazo a que la regla de disciplina presupuestaria sea inscrita en la Constitución francesa por entender que no debe ser para siempre. «Se hará en el marco de una ley orgánica, que se impondrá a las leyes ordinarias, pues considero que se trata de un compromiso que es forzosamente para algunos años», argumentó.