Los celos, en privado

«Los asuntos privados se arreglan en privado». François Hollande salió ayer por primera vez al paso de 'la guerra de las rosas' entre Valérie Trierweiller, su actual pareja, y Ségolène Royal, la madre de sus cuatro hijos. «Ese principio será escrupulosamente aplicado, ya se lo he dicho a mis allegados», declaró en la entrevista televisada del 14 de Julio, una costumbre instaurada en los años 1970 por Valéry Giscard'Estaing y suprimida por el rupturismo de Nicolas Sarkozy.

El presidente socialista prometió que no se repetirían episodios como el tuit con el que Trierweiller apoyó en las legislativas de junio al adversario electoral de Royal, a quien su ex había brindado presidencial respaldo. Aquel ataque de celos «destruyó la imagen normal que mi padre se había construido», según valoró el primogénito, Thomas Hollande, en unas confidencias privadas publicadas por el semanario 'Le Point', pero «deformadas o sacadas de su contexto», según el interesado.

El jefe del Estado puntualizó que en Francia no existe un rango oficial de primera dama. Trierweiller, que tiene despacho en el Elíseo, ejerce el periodismo en las páginas culturales de la revista 'Paris Match'. «Valérie quiere conservar su actividad profesional. Lo comprendo. A partir de ahí estará presente a mi lado cuando el protocolo lo exija», como ayer, en la tribuna del desfile de la fiesta nacional.

Gran aficionado al fútbol, Hollande puso a 'La Roja' como ejemplo de comportamiento para los egoístas, individualistas e insolentes jugadores franceses. «Los españoles que han ganado la Eurocopa están muy bien pagados, pero son colectivos en el juego. España no va bien económicamente pero su selección sin duda les ha hecho mucho bien a todos los que sufren», reflexionó tras instar a los 'bleus' a tener más respeto a la camiseta, los espectadores y el rival.