El PSOE gaditano en la encrucijada

Los socialistas gaditanos tendrán ocasión de poner hoy números y rostros a su nuevo equipo dirigente tras otras semanas de exhibir sus divisiones internas mientras los ciudadanos viven la situación de mayor tensión social y económica que se recuerda en décadas. En realidad, los militantes, o sus representantes, deben elegir entre dos opciones que más allá de sus diferencias personales y sus aspiraciones orgánicas o institucionales, apenas han mostrado discursos con rasgos distintos que puedan apuntar a otra forma de hacer las cosas.

Rafael Quirós e Irene García llegan con la certeza del triunfo y la sospecha de que todo se decidirá por muy pocos votos. Pero uno y otro tendrán por delante el mismo reto. Aunque no se le conocen proyectos concretos, su responsabilidad será recomponer un partido que ha sufrido un retroceso electoral sin precedentes en la provincia. Ha perdido las tres últimas citas electorales, con resultados tan ruidosos y trascendentes como la salida de la presidencia de la Diputación, que había estado en sus manos durante los más de 30 años de recuperada vida democrática.

En la oposición nacional, con una evidente división a escala regional y muy lejos del poder a nivel provincial o en feudos municipales fundamentales como Cádiz, San Fernando, Jerez o Algeciras, los socialistas deben salir hoy de su cita chiclanera con un plan para convertirse en la oposición constructiva que no son, para parecer una alternativa de gobierno que actualmente les supone una utopía.

Sus desavenencias, e incluso faltas de respeto hacia sus propios compañeros en público, hacen pensar que que ese propósito es casi una utopía como las que alimentó su nacimiento como partido. Por empinado que sea el camino, empieza hoy.