Pérez-Reverte abre su mundo
La novela, que relata una historia de amor «peligrosa y turbia» en tres momentos del siglo XX, saldrá a la venta el 21 de noviembre El escritor comparte en Internet el proceso creativo de su última obra, 'El tango de la guardia vieja'
MADRID. Actualizado: GuardarHace tres meses, Arturo Pérez-Reverte comenzó a vislumbrar el final de una etapa que comenzó dos décadas atrás. Entre 'El club Dumas' y la 'La piel del tambor', allá por 1993, se coló en la cabeza del académico la idea de una novela que, por su complejidad, solo sobrevivió cuarenta páginas antes de macerar en el armario donde descansan los libros por escribir. Ahora, en la atalaya de sus 60 años, un Pérez-Reverte que se siente lo suficientemente maduro con 13 novelas a sus espaldas ha vuelto sobre aquellos pasos y ha recuperado el argumento de 'El tango de la guardia vieja'. «Una historia de amor. Peligrosa y turbia, creo», en palabras del autor cartagenero, que ha querido compartir el proceso de creación de su nuevo libro en la web novelaenconstruccion.com.
En esta bitácora, Pérez-Reverte ha ido esbozando, con altas dosis de misterio, como un thriller en sí mismo, los pilares sobre los que bailará su tango, pilares que su nueva obra comparte con otras muchas anteriores: intriga, Historia y relaciones amorosas complejas en ambientes turbios y decadentes. Dos músicos, un bailarín y una mujer forman el elenco de una trama que se desarrolla en Sorrento, la Costa Azul francesa y Argentina. 'El tango de la guardia vieja', que rondará las 500 páginas de extensión, saldrá a la venta el 21 de noviembre.
Pero fue el 20 de abril cuando el autor abrió el fuego de este particular camino con una declaración de intenciones: «Seguirán en los próximos meses, sin método ni periodicidad fija, algunas de mis notas breves sobre el trabajo en curso. Se trata de una novela no histórica, empezada el 7 de enero de 2011 (aunque su origen sea muy anterior), que poco a poco parece encaminarse a su recorrido final».
Con el paso de las semanas, esas notas se han convertido en un esbozo del contenido y también, en la visión de Pérez-Reverte sobre su propio libro. «Un hombre y una mujer se encuentran tres (breves) veces en su vida. Una aventura que empieza en 1928, sigue en 1937 y termina en 1966 [...]. Unos 250 folios hasta ahora. Buen ritmo. No me quejo», ha escrito Pérez-Reverte en esta página.
El relato en Internet mezcla diálogos novelescos y también reales. Algo indisoluble, a juicio del autor español que más vende, durante el tiempo que dura el embarazo de un libro: «Escribir una novela (en mi caso) es vivir con ella durante todo el tiempo que empleas en escribirla. No hay descanso en eso. No hay distracciones importantes. Es una actitud mental que se mantiene inalterable, incluso contra tu voluntad, mientras dura el proceso de escritura. Tensión personal».
En realidad, Pérez-Reverte salpimenta el blog con sus propios pensamientos y reflexiones y con las narraciones de sus viajes: «Comiendo en Verona, en un restaurante que está a pocos pasos del balcón de Julieta. Me pide mi editor italiano, Marco Tropea, que le resuma la trama de la nueva novela. Cuéntame la solapa, dice. Ponme caliente. Eso me coloca en dificultades, pues no estoy seguro de cómo definirla. En realidad es una mezcla de géneros, respondo cauto. Espionaje. Policíaco. Ajedrez. También música. Y algo de amor. O un poco más que algo. En realidad todavía no estoy muy seguro de que sea exactamente amor lo que ocurre ahí dentro».
En sus líneas, a Arturo Pérez-Reverte se le nota pleno al expresar el feliz sentimiento del escritor que se sabe inspirado para escribir unas páginas brillantes: «Hay pocas sensaciones tan agradables como dormirte pensando en la escena de tu novela que escribirás al día siguiente, siempre que esa escena esté clara. Que sepas exactamente lo que deseas contar, y cómo hacerlo. Mañana sobre las ocho y cuarto, tras la ducha y el desayuno, estarás sentado dándole a la tecla en busca de las palabras exactas para llevarlo todo, con la mayor fidelidad posible, de tu cabeza al papel. Para eso pasaste la tarde trabajando. Has leído, hecho un esquema de acción y diálogos, estudiado el escenario: fotos, lecturas, recuerdos. Personajes. Sabes lo que cada uno de ellos va a decir y por qué; pero siempre esperas que tengan iniciativa y te sorprendan. Que desarrollen la vida que les das y evolucionen con nuevas palabras y gestos insospechados. Que por su propia iniciativa mejoren tu trabajo, tus previsiones. Que sean brillantes. Más que tú. Pensando en todo eso te adormeces expectante, en compañía de las imágenes y los diálogos posibles que llenan tu cabeza. Deseando que amanezca para comprobar si eres capaz de lograrlo, o no».