La navaja y el asno
Actualizado:Puestos a filosofar, Rajoy anda entre la navaja de Ockham y el asno de Buridán. «Los españoles no podemos elegir si hacer o no sacrificios. No tenemos esa libertad», dijo en el Congreso. Por un lado, el empirismo le ha llevado a afeitar entes innecesarios (concejales, por ejemplo). Por otro, nos ha quitado el peso de llamarnos borricos. El famoso asno tenía dos montones de heno iguales, no se decidió por ninguno y acabó muriendo de hambre. Nosotros tendemos a la inanición pero carecemos de la facultad de decidir por qué montón ir, tengamos motivos o no. Para elegir hay que ser Zara o Mango, entes necesarios y, además, independientes de poderes superiores, que han anunciado la absorción de la subida del IVA. De momento no repercutirán la subida en los precios. Porque les convendrá. Entre otras cosas, ponte a etiquetar. Rajoy se ha equivocado. Lo correcto habría sido decir que los españoles no podemos elegir si ser sacrificados o no.