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Rubalcaba ofrece un pacto para evitar los recortes «sin ton ni son»
Rechaza la subida del IVA y los 'tijeretazos' en desempleo y pensiones y reclama que paguen más impuestos «los que más tienen»
MADRID. Actualizado: GuardarAlfredo Pérez Rubalcaba mostró ayer su total oposición a la subida del IVA y a las rebajas en desempleo, pensiones y salarios de los funcionarios anunciadas por el presidente del Gobierno. Pero, a cambio, ofreció a Mariano Rajoy un gran pacto de Estado para lo que queda de legislatura, que sirva para sacar a España de la crisis con medidas «socialmente justas» y recuperar la confianza exterior sin tener que recurrir a recortes «sin ton ni son».
El emplazamiento, que ni siquiera fue contestado por Rajoy, tenía como condición una doble exigencia. El líder de la oposición está dispuesto a aceptar medidas de austeridad y de reducción del déficit público, pero basadas en la idea de que «pague más quien más tiene» y que no aumenten las desigualdades sociales. Recomendó dejar de descargar los efectos de la crisis en la clase media y los trabajadores, «que ya no pueden pagar más», y atacar la caída de ingresos provocada por la recesión con la creación de un impuesto para las grandes fortunas, subidas fiscales a las grandes corporaciones, incrementos impositivos sobre el alcohol y el tabaco y fiscalidad verde.
La segunda exigencia fue que el pacto incluya un plan para incentivar el crecimiento económico. Rubalcaba se mostró convencido de que con la actual política de ajustes a ultranza el Gobierno solo logrará más paro, recesión y desconfianza en la economía. El secretario general del PSOE considera que sin crecimiento «todos los sacrificios que (Rajoy) propone a los españoles no servirán de nada» y que, tras empobrecer a los ciudadanos, lo único que conseguirá en 2015 es tener más paro que en 2011. «Podemos seguir como hasta ahora, con recortes e improvisaciones del Gobierno, que provocan más paro y recesión, o podemos sentarnos ha hacer un verdadero plan», señaló.
Disgusto
La contención y falta de contundencia de Rubalcaba, especialmente en el discurso inicial, no gustó a muchos de los diputados socialistas, incluso a algunos incondicionales, que vieron un exceso de «oposición útil y responsable» y echaron en falta mayor garra para denunciar el tremendo recorte que rebasaba las últimas líneas rojas de la política social que le quedaban por tocar al Gobierno. De hecho, el líder socialista contrapuso la responsabilidad de su grupo ayer a la falta total de ayuda del PP cuando en mayo de 2010 el Gobierno socialista luchaba contra la intervención.
Lo más duro que escucharon a su líder en la primera intervención fue que los múltiples errores de Rajoy habían agravado de forma notable en solo seis meses la crisis española, y que «la desastrosa gestión de Bankia» fue el desencadenante del rescate financiero que ha conducido a que España «esté hoy tutelada».
De hecho, en la réplica, pese a disponer solo de cinco minutos, pasó de puntillas sobre el pacto de Estado y la macroeconomía y se centró en las críticas a los recortes. Acusó a Rajoy de descargar toda la dureza de la salida de la crisis sobre quienes son sus víctimas y de culpar de esta difícil situación a los pensionistas, los becarios, los desempleados y los funcionarios públicos, a los que dirige sus recortes. «Los únicos que parece que no son culpables son los defraudadores de Hacienda», a los que el Gobierno ha beneficiado con una amnistía fiscal, lamentó.
Lanzó su dardo más duro cuando reprochó a Rajoy el haber insinuado que los parados no buscan trabajo con suficiente ahínco. «Si quiere recortar recorte, pero no insulte a los desempleados», reprochó al presidente del Gobierno.