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ESPAÑA

El Gobierno eleva el tipo de IVA general al 21% y el reducido al 10%

El gravamen súperreducido, que penaliza el consumo de artículos de primera necesidad, sigue al 4%

CÉSAR CALVAR
MADRID.Actualizado:

El IVA, el único impuesto que paga todo el mundo porque penaliza por igual el consumo de bienes y servicios, sin hacer diferencias por niveles de renta, volverá a subir, según desveló ayer Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados. El Consejo de Ministros aprobará mañana el segundo incremento en esta crisis de los gravámenes de este tributo. El tipo general, al que están sujetos la inmensa mayoría de productos, subirá del 18% al 21%, y el reducido, del 8% al 10%. El súperreducido se mantendrá en el 4%.

Rajoy, que no había ahorrado descalificaciones para la subida del IVA decretada por su antecesor socialista, tuvo que pasar el mal trago de ir al Parlamento a anunciar una de las medidas más impopulares que puede decretar un gobernante y que contradice su programa. Lejos queda marzo de 2010, cuando en un acto del PP definió el incremento de este impuesto por José Luis Rodríguez Zapatero como «el sablazo que el mal gobernante le pega a todos sus compatriotas».

Pero ahora se impone la realidad, que es muy cruda. Subir el IVA era una de las condiciones que la Comisión Europea exigió a España como contrapartida al rescate financiero de sus bancos y a la relajación en el calendario de consolidación fiscal. El Gobierno tendrá un año más, hasta 2014, para reducir el déficit al 3% del PIB, pero a cambio de aplicar un programa de ajuste de 65.000 millones en ese período que incluye lo que Rajoy denominó «un cambio en la estructura tributaria de nuestro país de acuerdo con las propias recomendaciones europeas».

A falta de conocer la letra pequeña de la nueva estrategia impositiva, Rajoy avanzó que su plan pasa por elevar la imposición indirecta, aumentando el IVA y la fiscalidad medioambiental y reduciendo las cargas sobre el empleo. Eso no significa que vaya a haber una rebaja de la presión sobre las nóminas de los asalariados -de hecho, la primera medida que tomó el Gobierno en diciembre fue subir el IRPF- sino una bajada de las cotizaciones sociales que pagan las empresas de un punto en 2013 y de otro punto adicional en 2014.

Esta subida del IVA se sumará a la que entró en vigor el 1 de julio de 2010, que supuso aumentar el tipo general del 16% al 18% y el reducido del 7% al 8%. Eso significa que en dos años el gravamen que afecta a la inmensa mayoría de productos -incluidos algunos básicos como la ropa, electricidad y muebles- acumula un incremento de cinco puntos, por tres del tipo reducido.

Mayor recaudación

Ni en 2010 el Gobierno socialista ni ahora los populares han querido aumentar la presión sobre los artículos sujetos al IVA súperreducido del 4%. Ese gravamen se aplica a productos considerados básicos o de primera necesidad como pan, leche, huevos, hortalizas, queso, libros y periódicos, medicamentos y vivienda protegida.

Rajoy no detalló cuánto espera mejorar los ingresos con la subida. Los expertos consultados están de acuerdo en que la medida permitirá mejorar la recaudación. Admiten que el consumo está en niveles mínimos, pero subrayan que a las familias españolas ya les queda poco margen para reducir sus compras. Por eso creen que sí ayudará a cumpir el objetivo de reducir el déficit.

El tipo de IVA reducido, que ahora sube al 10%, penaliza el consumo de algunos alimentos, gafas y lentillas, los servicios de hostelería y turismo, espectáculos culturales, peluquerías, servicios funerarios y determinado instrumental sanitario y agrícola. El Gobierno aún no ha aclarado si dentro de su plan por «ensanchar las bases» recaudatorias de este impuesto prevé, además, retirar algunos de estos artículos del catálogo de bienes sujetos a tipo reducido para someterlos al gravamen general, lo que equivaldría a aplicarles de golpe una subida de 13 puntos.

El Ejecutivo dará más detalles el próximo viernes tras el Consejo de Ministros que aprobará el decreto ley que contiene estas medidas para su entrada en vigor el domingo o el lunes, tras su publicación en el BOE. Esta celeridad en la tramitación no implica que el IVA suba con carácter inmediato. Un portavoz del Ministerio de Hacienda señaló que algunas de las medidas del decreto podrían entrar en vigor más tarde.

Aumentar el IVA es un jarro de agua fría para los consumidores pero también para los empresarios, que están abocados a trasladar el incremento a los precios de sus productos. Y en tiempos de recesión y con el consumo en mínimos subir precios no es una buena estrategia. De ahí las airadas reacciones del comercio minorista, la industria textil y turística, vendedores de coches y agricultores, entre otros sectores.

Pero si hay un gran perjudicado es el ciudadano medio. Las organizaciones de consumidores no se ponen de acuerdo en el impacto de esta medida. Ceaccu asegura que costará 570 euros más a cada familia por año, mientras que la OCU cifra su impacto en unos 415 euros.