La nueva dirección del PSOE-A se propone cerrar la crisis interna con el olvido de los críticos
«Solo hay un PSOE en Andalucía, ni críticos ni nadie», afirma Mario Jiménez, quien no obstante reconoce contactos con Jaén
SEVILLA.Actualizado:La nueva dirección del PSOE andaluz echó ayer a rodar con el propósito de cerrar la crisis interna con el olvido. No habrá interlocución con el sector de críticos que en el congreso celebrado en Almería rechazó a Griñán como secretario general al votar en blanco su candidatura y lo mismo la ejecutiva que ayer se hizo la foto oficial en la sede regional. Un rechazo argumentado en la negativa del dirigente andaluz a integrarlos en la dirección del partido. El nuevo vicesecretario general, Mario Jiménez, fue taxativo: «Solo hay un PSOE, ni críticos ni nadie».
El número dos de Griñán insiste en la legitimidad de este como líder de los socialistas andaluces. «Un alcalde que lo vota el 70% de su pueblo es capitán general», subrayó. Para los afines al presidente de la Junta es como si en el congreso hubiera habido dos opciones y la suya hubiese resultado ganadora. A partir de ahí, los que no han ganado deben acatar la mayoría.
Los críticos, sin embargo, no dudan de la legitimidad del secretario general. Tampoco cuestionan la lealtad que deberán ejercer en las instituciones al presidente de la Junta. Entre otras cosas porque la disciplina del partido les obliga. Pero también piden respeto «por la legitimidad de la minoría», según Francisco González Cabaña, secretario provincial de Cádiz.
Y es que la guerra interna en el PSOE prosigue este fin de semana y el siguiente con los congresos provinciales. Una batalla que será dura en Sevilla, donde la consejera de Presidencia, Susana Díaz, aspira a convertirse en la nueva secretaria provincial. Antonio Gutiérrez Limones, el carismático alcalde de Alcalá de Guadaíra, será su contrincante por el sector crítico. Los griñanistas confían en ganar esta batalla en Cádiz, Málaga y Córdoba.
Jaén, la gran castigada
Otra cosa es Jaén, donde los afines a Zarrías volverán a ganar. Jaén ha sido la gran castigada por Griñán en su nueva ejecutiva. Solo hay dos miembros, pero representan a la minoría. «Hubiésemos querido estar dentro, no de cualquier manera, pero sí estar dentro», dijo Reyes. Jaén quería la presidencia del partido para Micaela Navarro.
Reyes reiteró que él votó a Griñán y niega que Jaén en bloque se apuntara al sector crítico. Sus declaraciones se produjeron después de que Jiménez revelara que había hablado con el dirigente jienense varias veces por la mañana. Jiménez no reveló el contenido de estas conversaciones, pero fuentes del partido hablan de un intento de acercamiento auspiciado por Rubalcaba. Zarrías es miembro de la ejecutiva federal y Jaén fue la agrupación más numerosa que apoyó en las primarias a Rubalcaba. Si hay acercamiento, no se verá hasta después del congreso provincial.
Rubalcaba volvió ayer a desautorizar a los críticos, negando que le representen. También pidió, como Jiménez, que se corra un tupido velo a las discrepancias para «salir fuera al encuentro de los ciudadanos y recuperar la confianza».
«Hay que quitar carga de gravedad a las cuestiones internas», apuntó Jiménez, quien llenó de mensajes crípticos su primera comparecencia. «El que quiera ser como el Bosón de Higgs, partícula y energía a la vez, lo tiene difícil», dijo para subrayar las incongruencias de los críticos. Jiménez echó mano del refranero para subrayar que no es para tanto la pelea interna: «Más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena». «Pónganme de loco, que yo sé como funciona este partido», sentenció.