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Schumacher y Alonso posan tras finalizar ayer la clasificación del Gran Premio de Gran Bretaña. :: EFE
Deportes/Motor

Alonso está en racha

Logra la 'pole' que se le resistía a Ferrari desde 2010 en una sesión tremenda marcada por la lluvia«Casi dos años sin la 'pole' es demasiado tiempo para este equipo», confesó el asturiano al termino de la clasificación

JOSE CARLOS CARABIAS
SILVERSTONE.Actualizado:

Concluida la jornada laboral en Silverstone se detecta en el campamento de Ferrari el ambiente mediterráneo que retrata a los italianos. En una atmósfera desenfadada que nada tiene que ver con la gravedad existencial de los días con malos resultados, Felipe Massa toma el pelo a los periodistas que preguntan: simula ser un profesor que explica la lección en la pizarra para los zoquetes. El jefe de equipo Pat Fry despeja su semblante severo cuando un par de niños le reclaman un autógrafo a él, un ingeniero aeronáutico y no una estrella del deporte. Ha subido el tono vocinglero entre los empleados, que reparten un café excelso a los invitados. Brota una súbita simpatía general que define el alma del equipo. Ferrari es latino, un vaivén de emociones que suben a la luna o bajan al infierno según decreta la clasificación. Fernando Alonso consiguió la primera 'pole' del año para el 'cavallino' y el ánimo tribal creció en la tarde gris plomo de Silverstone.

«Another english summer day» (otro día de verano inglés), saluda un vigilante del circuito en tono de disculpa, lamentando ante el viajero y en nombre del país el clima que asola estos días a las islas británicas. Lluvia, frío y algunos pueblos inundados por la zona central. La dirección del Gran Premio asume el agua abundante como una fatalidad mayor. Los atascos en los accesos al circuito se han convertido en serpientes de coches diseminados por las autopistas de Northampton a Oxford, kilómetros y kilómetros de confusión.

Y ha llegado a tal punto el fastidio que el responsable del circuito, Richard Phillips, solicitó en la mañana de ayer a los aficionados que tirasen la toalla. «Si tiene un billete para el parking público, le aconsejamos que no venga». Piedras contra su tejado por culpa de la borrasca. El asunto se rebajó algo al mediodía: «Vengan pero deben compartir el coche. Acudan en tren o en bicicleta». Y quedó más o menos zanjado por la tarde: «Abriremos las puertas a todo aquel que tenga una entrada».

Igual que otros deportes se sobreponen a la lluvia, el granizo o los chuzos de punta, la Fórmula 1 es una maquinaria de precisión. Los coches flotan en los bancos de agua y el peligro real de un impacto desgraciado se hace presente. Caía todo el agua del mundo sobre Silverstone a las 13.35, hora local, cuando se escuchó a Alonso pedir la bandera roja por la radio de Ferrari.

En modo ruleta

Venía la cronometrada en modo ruleta. Una lotería designada por la lluvia. Alonso libró un buen golpe al sujetar su Ferrari, que se iba directo contra un muro. Schumacher salió de la arena con buenas manos y, en general, una cortina acuosa se desplegó sobre el circuito inglés. El director de carrera, Charlie Witting, detuvo la prueba durante una hora y media en espera de clemencia por parte del temporal. Remitió el chubasco y en la reanudación, en el fregado de la elección de neumáticos (intermedios o de lluvia extrema), Ferrari rectificó hacia el acierto. Alonso estuvo a punto de quedar eliminado en la segunda tanda y con el gong sonando, se clasificó noveno.

La ronda final, con los diez mejores montando gomas intermedias, fue una sinfonía de ataques y contragolpes. El Ferrari funciona mejor, sin duda. Alonso se impuso en Valencia con un coche que corría y en Inglaterra, tanto el español como el brasileño Felipe Massa discutieron durante muchos minutos quién era el más rápido. Después se colaron Webber, Schumacher y Vettel en la pelea, pero quedó claro que Ferrari ha dado un importante y rápido salto de calidad.

Alonso es un especialista en situaciones límite y de nuevo sobre la campana consiguió el mejor registro de la jornada, la primera pole del año, la número 21 de la su carrera y un entorchado parcial que se le resistía a Ferrari desde el 26 de septiembre de 2010, en otra primera posición del español.

La felicidad latina del campamento Ferrari estaba más que justificada: «Casi dos años sin la 'pole' es demasiado tiempo para un equipo como Ferrari y por eso estoy contento -decía el español-. Es muy importante para la confianza del equipo. Estábamos confiados en hacerlo bien en seco y estoy contento de haberlo logrado en estas condiciones de mojado».