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«Mi hijo ve sombras pero esquía»

Los campamentos deportivos ayudan a los jóvenes discapacitados a crecer a la vez que comparten experiencias

MADRID Actualizado: Guardar
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Con la privación de alguno de los sentidos puede parecer imposible realizar ciertas actividades. Poca gente se podrá imaginar a un joven invidente practicando ‘rafting’, descendiendo en ‘tirolina’, montando en un ‘quad’ o escalando la pared de un ‘rocódromo’.

Carlos Rubio es el padre de Yago, un niño de 13 años que participa desde que tenía 5 en las actividades deportivas que cada verano organiza la ONCE. Este verano al menos 600 chavales disfrutarán de los 16 campamentos repartidos por toda España.

«Mi hijo -afirma Carlos- solo ve sombras pero gracias a este tipo de campamentos hace un año que esquía». Para conseguirlo, los voluntarios van comunicando hacia donde tienen que moverse. «Es un lujo para ellos, sentir la velocidad, moverse solos, les viene muy bien».

El de Espot (Lleida) es uno en los que se intenta potenciar estas actividades deportivas para conseguir la colaboración entre discapacitados y no discapacitados. David Olalla jefe de la Unidad de Atención al Mayor, Cultura y Ocio de la Delegación Territorial de la ONCE en Madrid dice que el balance para los niños es muy positivo porque aprenden a convivir, se lo pasan bien y aprenden nuevas habilidades. «Los niños llegan a casa contando muchas cosas, aprenden a manejar utensilios, comienzan a valerse por si mismos...».

La idea de la organización es que las plazas se cubran con un 75% de afiliados a la ONCE y un 25% de jóvenes ajenos a la asociación. «Hay actividades para las que es bueno que una persona sin discapacidades trabaje con otra con visibilidad reducida. Esto ayuda a la integración».

Olalla recuerda años en los que se han practicado otros deportes en los campamentos como, por ejemplo, piragüismo. La forma de proceder para la práctica de estas actividades afirma «no es muy compleja». Lo primero que alguien con visibilidad reducida debe hacer para comenzar a practicar este tipo de deportes es familiarizarse con los instrumentos. Mientras que alguien con visibilidad total puede observar los movimientos del monitor, los afiliados a la ONCE lo hacen mediante el tacto, se toca la embarcación, se palpan los remos... «Se trata de recibir la misma información que cualquiera pero a través de otros medios», añade.

Carlos reconoce que en ocasiones los padres sobreprotegen a sus hijos y que cuando vuelven de estos campamentos «se les nota mucho todo lo que han crecido». La interacción con otros niños en su misma situación también ayuda pero sin duda es el practicar deporte lo que más valoran los jóvenes. «Yago viene hasta más fuerte».