cataluña

Cuatro mossos irán a prisión por torturar a un rumano

La Audiencia de Barcelona desestima el último recurso presentado por los agentes para evitar la cárcel

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuatro agentes de los Mossos d'Esquadra irán a la cárcel por torturar en la comisaría de Les Corts de Barcelona a un ciudadano rumano al que habían detenido por error en 2006, pues la Audiencia de Barcelona ha desestimado sus recursos con los que trataban de evitar el ingreso. Se trata de los policías autonómicos Manuel F., Joan S., Jordi P. y Fernando C., a los que el Gobierno indultó parcialmente en febrero, cuando conmutó todas las penas impuestas por una única de dos años de cárcel y suspensión de sus cargos.

Pese que esta condena de dos años y la falta de antecedentes podría hacer que esquivasen la prisión, la Sala Novena de la Audiencia ha ratificado su ingreso por la gravedad de la conducta y el hecho de que sean miembros de un cuerpo policial, que por mandato constitucional deben proteger al ciudadano. "Existen razones de prevención general y especial, de peligrosidad criminal, de repulsa y alarma social (...) que justifican el ingreso en prisión, para cumplir la pena impuesta, aunque la misma no exceda de los dos años", explicaba el auto sobre el que ahora se ha ratificado la Audiencia.

Los agentes detuvieron por error a un ciudadano rumano el 27 de julio del 2006 en Barcelona y le golpearon mientras estuvo detenido en la comisaría de Les Corts de los Mossos d'Esquadra.

Apoyos al indulto

El Gobierno los indultó a partir de la información sobre los hechos aportada por el Ministerio del Interior y la Generalitat, por el curriculum de los acusados y la cantidad de apoyos y adhesiones que solicitaban el indulto y la existencia de una petición por parte del propio afectado.

En un principio, a Manuel F. y a Joan S., la Audiencia de Barcelona se les había impuesto cuatro años y seis meses por un delito de torturas y otro de lesiones, aunque el Gobierno redujo la pena a dos años. A Jordi P., además de los delitos que también le impuso a los dos anteriores, le acusaba otro contra la inviolabilidad del domicilio y la misma pena: cuatro años y seis meses que se quedaron en dos.

A Fernando C., acusado de un delito contra la integridad moral, uno de falta de lesiones, de detención ilegal y otro de maltrato sin causar lesión, el juez le había condenado a dos años y tres meses de cárcel, pero el Consejo de Ministros lo dejó también en dos.