Jurados libres y valientes

Os voy a narrar, lo que me contó un miembro del jurado de coros de este año donde alegaba que no pudo denunciarlo en su momento porque no tenía pruebas físicas. Solo era su palabra y la de otro miembro, que casualmente tampoco tuvo el valor para descubrirlo. Era la palabra de dos contra todos.

Contaba, que los componentes del jurado se reunieron en casa del presidente después de los cuartos haciendo una singular votación donde dejaban claro su pase a la final, concluyendo, que por méritos propios y por cómo lo indicaban sus puntos, tenían a dos coros seguros en ella. Uno el de Pastrana y el otro “Los Niños”. Seguidamente, contaba, que había que decidir entre dos coros restantes para pasar como tercero. Julio Pardo o Luis Rivero. Al final tras discusiones entre partidarios de unos y otros dispusieron que el tercero en pasar fuera “The Cádiz Góspel Choir”. Correcto.

En la última semifinal me dice que estos tres miembros hacen una alianza carnavalesca y cuestionan el por qué van a dejar fuera a uno de sus coros defendidos. Solución:” metemos a los dos nuestros y sacamos al que ya estaba fijo”, es decir “Los Niños”. La sorpresa y la “casualidad” quisieron que para esos tres miembros la actuación de mi coro ese día no les gustase nada y la puntuación así lo reflejase. La consecuencia la sabemos todos.

Pensaran que contar esto es pataleo o algo parecido. Por suerte o desgracia el que escribe ha ganado y perdido todo en esta fiesta y si lo hago es porque a muchos de ustedes algún año habrán padecido lo mismo. Si lo cuento no es más que el intentar que de una vez por todas se acabe de alguna manera con estos personajes que todos los años aparecen en el jurado oficial del concurso y que amparan su puntuación por la amistad que les une con alguien y sobre todo y lo peor, bajo el beneplácito del presidente de turno. Más claro, el agua. Jurados valientes y libres. Aunque sepa que esto que os he contado no va a refrendarlo nadie y que ningún periodista quisiera avalarlo en su momento.