Los tribunales desbaratan la estrategia del PP

La mayoría absoluta no lo puede todo. Gobierno y PP han tratado de contener durante dos meses el escándalo político desatado por el agujero de Bankia. La entidad es el resultado de la fusión de unas cajas controladas desde hace años por las administraciones populares de Madrid y Valencia y liderada por uno de los grandes nombres del partido, Rodrigo Rato. La estrategia popular desde el primer día se dirigió a impedir que la oposición se saliese con la suya y se abriese una comisión parlamentaria para investigar las irregularidades y exigir responsabilidades políticas. La mayoría del PP vetó reiteradas veces la comisión, pero no pudo impedir que el escándalo estallase en los tribunales. El PSOE exige ahora un pleno extraordinario en el Congreso para activar de inmediato la comisión investigadora.