El Sanluqueño se detiene en Oli

La búsqueda de un sustituto para Pepe Carrete, gran artífice del ascenso del conjunto gaditano a la categoría de bronce del fútbol español, sigue siendo la prioridad para el Atlético Sanluqueño, que regresará a Segunda División B después de dos décadas de ausencia. El técnico asturiano, que tenía contrato en vigor con la entidad verdiblanca, no llegó a un acuerdo para continuar en el club y puso fin a su exitosa etapa en Sanlúcar de Barrameda. La complicada relación que mantiene con el presidente de la entidad, unido a sus nada convencionales métodos para mantener a sus futbolistas a raya, han dificultado la continuidad en un proyecto que ha liderado. El asturiano ya es pasado en el conjunto verdiblanco, pero puede incluso que le releve en el cargo un paisano con pasado verdiblanco, pero en su caso, bético. Y ese no es otro que Oliveiro Álvarez, más conocido como Oli.

Porque varios son los entrenadores que han sonado para ocupar su plaza. Uno de ellos es, precisamente, otro asturiano como Oli, técnico que cuenta con una dilatada experiencia en la categoría de bronce, ya que ha dirigido a equipos como Marbella, Écija o Betis B.

Pero Oli no ha sido el único en sonar con fuerza en los despachos del club sanluqueño. Otro que cuenta con muchos adeptos es Carlos Ríos, que conoce la entidad ya que vistió sus colores en su etapa como futbolista.

La secretaría técnica, encabezada por José Manuel Delgado 'Ali', no ceja en su empeño de contratar cuanto antes el sustituto de Carrete. Y a Oli y Ríos, le siguen dos entrenadores muy conocidos en la provincia como son el jerezano Carlos Orúe y el sevillano Pedro Buenaventura. El primero entrenó la pasada campaña al Leganés del grupo I mientras que el segundo fue el encargado de la dirección deportiva del Cacereño. Ambos no pudieron terminar sus compromisos con respectivos equipos pero su labor fue muy aplaudida. No obstante, Ali ya ha descartado la llegada de ninguno de los dos anteriores ya que se encuentran entre la cantidad de ofrecimientos que están llegando a su mesa de despacho.

El último en sonar con fuerza ha sido el exentrenador del Puertollano y Écija, Zúñiga. De éste, gusta su gusto por el fútbol de posesión y sus formas de llevar un vestuario.