Tribuna

Un congreso para un nuevo modelo de partido

SECRETARIO PROVINCIAL DEL PARTIDO ANDALUCISTA EN CÁDIZ Actualizado: Guardar
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El Partido Andalucista afronta el próximo fin de semana su XVI Congreso Nacional, un Congreso muy diferente a los anteriores, tanto por la situación del partido como la de la sociedad andaluza.

El Andalucismo tiene que afrontar con humildad una autocrítica para ser un partido útil y creíble ante los andaluces y andaluzas. Esto se logra escuchando a las bases y a la sociedad andaluza, pues el partido debe ser un instrumento para servir a nuestro pueblo y no para servirse de él, como es la opinión generalizada sobre todos los partidos políticos actuales, como denunció el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo de la Rubia, al decir con gran sinceridad y directamente a los parlamentarios andaluces «Hay que hacer un ejercicio de buena voluntad y avanzar para resolver los problemas del personal, pues la vida se nos va a veces en la pelea, y la gente está muy enfadada, hasta el gorro de todos ustedes". Esta declaración no ha gustado nada, por supuesto, a los dos "partidos bipartidistas", PSOE y PP, que nunca piden perdón ni aceptan las críticas.

El Andalucismo debe cambiar el modelo de partido, ese modelo cerrado de nuestro sistema político, donde parece que lo único que importa es ganar las elecciones al precio que sea y no el buscar soluciones a los problemas que tenemos los andaluces, sobre todo en estos momentos, pero además escuchando y haciendo partícipe a los militantes y a los ciudadanos. La Democracia entendida como votar cada cuatro años y ya está, poca Democracia es.

En este Congreso tenemos la oportunidad de construir un nuevo modelo, un modelo donde la militancia y las agrupaciones tengan mucho más peso en la toma de decisiones y en la construcción de alternativas reales, rompiendo esa dicotomía de dirigentes y bases por el principio de corresponsabilidad. Para ello tenemos ahora unos instrumentos que antes no teníamos, unos medios tecnológicos por los cuales la información cada día, en ambas direcciones, puede ser una realidad, pero no sólo ello, sino también la posibilidad de hacer consultas a la militancia sobre temas precisos. Esto sería una primera parte de una profunda democratización del partido, que en una segunda parte, se podría extender a los simpatizantes, esos ciudadanos que tienen un acercamiento al Andalucismo o simplemente están interesados en defender conjuntamente algunos temas.

Si hay algo que repele también a muchos ciudadanos es la acumulación de cargos. Creo que en base a esa profundización en la Democracia y en ese principio de corresponsabilidad, debemos tener un secretario general que no opte a ser número uno en ninguna elección. Bastante esfuerzo es ser el responsable del partido como para al mismo tiempo dedicarle el esfuerzo que necesita un candidato electoral. Es un error ya cometido, cuando una secretaria general fue a la vez candidata a una Alcaldía; lo hemos sufrido y la experiencia nos debe de indicar que no lo repitamos. Ese principio - que una misma persona concentre varios cargos - debe aplicarse a nivel de toda la estructura de la organización, evitando en lo posible que se tengan dos cargos orgánicos territoriales o dos cargos públicos, salvo los que obligatoriamente son consecuencia del sistema político electoral vigente hoy en día. En cuanto al principio de corresponsabilidad, considero que todos formamos un equipo y nadie es imprescindible pero todo somos necesarios para culminar las diversas tareas de la organización, desde preparar los votos en los sobres, a ejecutar la estrategia del partido o defender alternativas en el Pleno ordinario de cualquier Ayuntamiento de Andalucía, por citar sólo algunos ejemplos. Es el momento de la política de equipos, de participación, los tiempos de salvadores y de grandes liderazgos que lo arreglen todo han pasado, es lo que dice la ciudadanía, es lo que dice la calle.

Un nuevo modelo que establezca una estructura básica sólida y posibilite que cada Agrupación local se organice según sus características particulares, con la autonomía necesaria y rompiendo viejos esquemas que parecen más propios de una Administración pública arcaica que de un partido. Pero, a la vez, como cada día es más fuerte la interdependencia territorial, es necesario fortalecer las comarcas según el mapa de los partidos judiciales con el objetivo de afrontar y gestionar con eficacia los problemas que comparten todos los municipios. Se trata de redefinir las mancomunidades actuales que han llegado al marasmo por convertirse sólo en órganos políticos, cementerio de elefantes y de clientelismos.

Este modelo pretende un partido mucho más organizado, mucho más participativo, más abierto a la ciudadanía, mucho más dinámico ante los retos crecientes que se nos plantean, donde tengan cabida todos los que están dispuestos a servir a la sociedad andaluza. Todo ello sin olvidar nuestro fundamento de que Andalucía, la tierra con los vestigios culturales y sociales más antiguos de la península Ibérica, sufre unas dependencias políticas, sociales y económicas que nos han llevado a la situación actual: donde hay más paro, donde más jóvenes están emigrando, donde las estadísticas siempre nos ponen los últimos, donde no hay bancos propios y casi tampoco cajas, etc. lo que se refleja en una peor calidad de vida de nuestro Pueblo.

Este XVI Congreso Nacional del PA en el que se aprobarán unos estatutos, con un nuevo modelo de partido, y una nueva dirección nacional, no acabará en esta sesión, sino en otra segunda que se celebrará el próximo otoño, donde debatiremos las políticas reales y concretas que necesita Andalucía para demostrar que hay alternativas a la situación que hoy padecemos.