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Enrique Peña Nieto y su mujer, la actriz Angélica Rivera, celebran la victoria del PRI en los comicios. :: EDGARD GARRIDO / REUTERS
MUNDO

Un católico con debilidades

Enrique Peña está casado con una actriz de culebrones, tiene dos hijos fuera del matrimonio y es del PRI desde los 18

M. L. DE GUEREÑO
LA HABANA.Actualizado:

Guapo, joven, elegante, mediático, católico con debilidades, padre de tres hijos legítimos fruto de su primer matrimonio y dos extramatrimoniales pero reconocidos, y político por genética, Enrique Peña Nieto, de 45 años, y exgobernador del Estado de México, se declara «orgullosamente priísta», un partido en el que milita desde 1984 y al que ha conseguido lavarle la cara pese a las denuncias de corrupción, de gobiernos caciquiles, de correligionarios asociados al blanqueo de dinero o al narcotráfico.

Con pelo engominado, planta de galán de telenovelas, reforzada por su segundo matrimonio con la actriz de culebrones del canal Televisa Angélica Rivera, el virtual ganador de las elecciones mexicanas nació el 20 de julio de 1966 en Atlacomulco, en el Estado de México, uno de los 31 del país, que confunde sus lindes con la metrópoli del Distrito Federal.

Estudió Derecho en la Universidad Panamericana y cursó después un máster en Administración de Empresas en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Cuentan que una adivina predijo que de su pueblo saldrían seis gobernadores y uno sería presidente. Peña Nieto fue el séptimo gobernador de ese lugar y, si las impugnaciones no lo impiden, será el sustituto de Felipe Calderón. También se le asocia con el supuesto 'Grupo Atlacomulco' que integraría a la vieja guardia del PRI.

Peña dice en su carta de presentación que le gustan el color rojo, el fútbol, los toros, las baladas en español y la película 'Un ángel enamorado'. Aficiones 'light' para un hombre que, salvo dos años como profesor universitario, ha desempeñado siempre cargos públicos, la mayoría en el Estado de México, hasta que en 2005 asumió la plaza de gobernador. Sus colaboradores lo definen como «pragmático que busca resultados y no ideologías».

Por sus venas corre sangre de políticos. Desciende de Severiano Peña, que en cuatro ocasiones (1914, 1916, 1921 y 1923) fue alcalde de Acambay. En la familia hubo dos gobernadores, uno por parte de padre y otro en la rama materna, emparentada con su predecesor en la gobernación estatal, el cuestionado Arturo Montiel Rojas.

La imagen de Enrique Peña ha sido motivo de atención pública. Una agencia de publicidad usó su torso para anunciar una empresa que facilitaba cometer infidelidades. También fue objeto de mofa cuando, preguntado en la Feria del Libro de Guadalajara por las obras que le habían marcado, solo supo citar La Biblia.