Economia

Barclays envenena la credibilidad de los bancos al manipular los mercados

El intento de dirigir los índices libor y euribor desata la ira contra la City londinense y provoca la dimisión del presidente Agius

LONDRES. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Bob Diamond tiene el handicap de golf (ocho) que suele inspirar desconfianza sobre la laboriosidad de los empleados de cualquier empresa y el desparpajo del hombre nacido en la costa este de Estados Unidos que no sienta bien en el mundo indirecto y comedido de los británicos. A los parlamentarios que le interrogarán esta semana les dio en enero de 2011 una respuesta que sentó como una patada.

«Hubo un momento de remordimiento y de petición de perdón por los bancos, pero creo que ese período debe terminar», les dijo cuando, como recién nombrado consejero delegado de Barclays, los parlamentarios del Comité del Tesoro le pedían explicaciones por las bonificaciones anuales de los directivos en el contexto de esta crisis. La de Diamond, unos ocho millones de euros, había batido todos los récords. La actitud de Bob Diamond se basaba en que Barclays no tuvo que ser rescatado tras el cortocircuito financiero de 2008.

Ahora, el presidente del banco, Marcus Agius, ha dimitido por este escándalo, el Gobierno anuncia una investigación parlamentaria y editoriales del Financial Times piden también la dimisión de Diamond, porque Barclays ha cometido un posible delito equivalente «a envenenar el suministro de agua de una ciudad» pero aplicado a los mercados de capitales. Sus empleados mintieron para ocultar sus problemas en la fase aguda de la crisis y para manipular los tipos del libor y del euribor, que definen transacciones billonarias en el mundo.

El sistema por el que se fijan ambos tipos es asombroso y las autoridades del Reino Unido ya han manifestado su intención de emprender su reforma. Es un procedimiento dictado por los bancos privados a través de sus asociaciones, la BBA, que agrupa a los británicos, y la EFB, a los europeos. Las asociaciones crean paneles de varios bancos en función de su actividad y tamaño, que deben ofrecer su estimación, en el caso del libor, de los tipos de interés a los que otros bancos les prestarían dinero. Ese método de cálculo plantea dudas sobre el impacto real que tuvieron las mentiras de Barclays.