Iniesta gana la batalla de los números
Conquista el MVP de la Eurocopa sin gol y con solo una asistencia, pero avalado por su gran fútbolHa marcado el ritmo de la selección, ha puesto la pausa cuando era necesaria y ha pisado el acelerador si el partido lo precisaba
BARCELONA. Actualizado: GuardarNo ha marcado ningún gol en los seis partidos que ha disputado en la Eurocopa, todos ellos prácticamente completos (551 minutos de los 570 posibles). Solo ha dado un asistencia de gol, concretamente a Navas para que España derrotara a Croacia (0-1) y certificara el acceso a cuartos de final. Y, sin embargo, nadie discute que haya sido designado Mejor Jugador del torneo por el Comité Técnico de la UEFA. Esa es la magia de Andrés Iniesta, uno de los pocos futbolistas del mundo que puede decir que ha ganado la batalla a la invasión de los datos estadísticos en un deporte que no necesita la frialdad de los números para premiar a los mejores.
Andy Roxburgh, jefe del grupo técnico de la UEFA, explicó los motivos por lo que el centrocampista de Fuentealbilla es el MVP de la Eurocopa: «Andrea Pirlo estuvo magnífico con Italia, Xavi lo ganó en la Eurocopa de 2008 y podría haberlo ganado otra vez. Xabi Alonso estuvo fantástico, pero Iniesta manda un mensaje sobre el fútbol creativo e incisivo y estuvo espléndido en toda la competición».
En una palabra, el suyo fue el premio a la regularidad. Iniesta ya fue elegido MVP del primer partido ante Italia, del tercero contra Croacia, y de la final, otra vez frente a Italia. No logró el gol del triunfo, como en la prórroga de la final del Mundial 2010 contra Holanda, cuando emocionó a todo el mundo con su dedicatoria a Dani Jarque. Pero ha sido el jugador que ha marcado el ritmo, el que ha puesto la pausa cuando era necesaria, y el que ha pisado el acelerador si el partido lo precisaba. No solo toca. También desborda. Y eso no tiene precio. Con Jordi Alba ha formado una banda izquierda enorme pese a tratarse de dos locos bajitos.
Sí, en la izquierda. Porque no hay que olvidar que Iniesta no juega en la posición que más le gusta, más centrado en el terreno de juego. Tiene cierta libertad para moverse por donde quiera porque a los genios no se les puede encorsetar, pero siempre partiendo desde la izquierda, como le sucede a menudo en el Barça. Y él, que entiende el fútbol como lo que es, un esfuerzo colectivo y solidario, nunca protesta. Se adapta y maravilla.
A puertas de la boda
«El gol para mí nunca fue lo máximo del fútbol», explicaba casi de madrugada en el estadio Olímpico de Kiev, tímido, casi deseando no ser agasajado por el MVP de la final: «Da igual quién haga los goles. No juego para ganar Balones de Oro, sino para ser feliz, para disfrutar con mi juego. Si luego valoran lo que hago, encantado».
A sus 28 años, maduro en lo futbolístico y en lo personal, sin la psicosis de aquellas lesiones musculares que le martirizaron en 2009 y a las puertas de su boda con Anna, madre de su niña, Valeria, Iniesta vive su gran momento con la misma tranquilidad que le permite desarrollar su gran juego: «El fútbol es mi vida. No entendería mi vida sin el fútbol. Desde niño estaba con el balón, disfrutando. Nunca imaginé, porque es imposible de imaginar, que conseguiría mi segunda Eurocopa. Nunca pensé en llegar a conseguir todo esto. Solo quería disfrutar y ser jugador profesional. Espero que pueda seguir disfrutando del fútbol». Y si él sigue disfrutando, disfrutaremos todos.