Mursi: «Egipto no volverá al pasado»
El primer presidente democrático y civil de la historia del país jura su cargo mientras el Estado se encuentra en un limbo político
EL CAIRO.Actualizado:Mohamed Mursi es ya, oficialmente, presidente de Egipto. Su investidura ayer, un momento lleno de simbolismo, marca un hito en la milenaria historia del país y el comienzo de una nueva etapa llena de retos. Quizás el primero de ellos será el delicado equilibrio de fuerzas que tendrá que gestionar entre el Ejército, que transfirió formalmente el poder pero que solo ha dado un pequeño paso atrás, y la revolución, cuyos objetivos y valores ha prometido preservar.
«Aspiramos a un futuro mejor, un nuevo Egipto y una segunda república», dijo el presidente tras jurar su cargo ante el Tribunal Constitucional. El acto fue retransmitido en directo por la televisión estatal y lo siguieron millones de personas, a las que el nuevo 'rais' aseguró que «Egipto es hoy un Estado civil, constitucional y moderno». Mursi es el primer presidente civil y democrático del país, y su persona refleja el profundo vuelco que ha sufrido el devenir de una nación que hasta hace poco más de un año parecía seguir inexorablemente una historia escrita de antemano.
Sin Constitución y sin Parlamento, el nuevo presidente asume el cargo mientras el Estado se encuentra en un limbo político, que sin duda dificultará su labor. Desde ayer, la junta militar que ha gobernado Egipto desde que Hosni Mubarak fuera obligado a dimitir abandona la primera fila de la política, pero retiene gran parte de los poderes que tradicionalmente ostentaba la presidencia, y se mantiene como una fuerza arbitral con derecho de veto en los grandes asuntos.
El propio acto de investidura refleja la lucha de poderes que marcará esta nueva etapa de la transición. Mursi ha sido obligado a jurar el cargo ante el mismo tribunal que hace apenas dos semanas declaraba inconstitucional el Parlamento egipcio, el único órgano elegido democráticamente en el país, que luego era disuelto por la junta militar.
Los Hermanos Musulmanes, de donde procede el presidente y que contaban con una enorme mayoría en la Cámara de Representantes, han intentado por todos los medios que Mursi fuera investido ante los diputados, aunque sin éxito. El jefe de Estado, no obstante, alabó ayer la labor del Constitucional y la «independencia» de la Justicia, un indicativo quizás de que la cofradía acepta por el momento el statu quo impuesto por los militares.
Mensaje de paz
Mohamed Mursi se dirigió posteriormente a la Universidad de El Cairo, donde pronunció su primer discurso como presidente ante un auditorio lleno de personalidades de todos los sectores de la sociedad egipcia, y en el que también se encontraba una representación de familiares de las víctimas de la revolución. «Egipto no volverá al pasado», dijo el islamista, que prometió hacer honor a los objetivos de la revolución y lanzó sus primeras directrices de política exterior. «Llevamos un mensaje de paz al mundo», señaló, quizás en un guiño a Israel, y mostró su apoyo al pueblo palestino y al sirio.
En la misma universidad donde Mursi se graduó hace más de 40 años, y con el jefe de la junta militar, el mariscal Mohamed Hussein Tantaui, sentado en la primera fila, el presidente aplaudió la labor de las Fuerzas Armadas en el complicado proceso de transición. Del mismo modo, indicó que «la junta militar cumplió con su promesa de que no será una alternativa a la voluntad popular» y aseguró que ha llegado el momento de que los militares vuelvan a los cuarteles.
La jornada estuvo plagada de momentos simbólicos que los egipcios sin duda guardarán en su memoria. Quizás el mayor de ellos fue el desfile de gala con el que el Ejército agasajó al nuevo presidente. En la base de Heikspet, a las afueras de la capital, el mariscal Tantaui recibió a Mursi con el saludo militar, la imagen que muchos egipcios estaban esperando y que fue breve pero intensa en un país donde el Ejército ha luchado durante décadas contra el grupo islamista del que procede el ahora jefe de Estado.
«Las Fuerzas Armadas apoyan la voluntad del pueblo y apoyaremos al presidente elegido», dijo Tantaui después de que un representante militar leyera un largo discurso enumerando los «logros» del Ejército en la transición. Al margen quedaron los momentos más oscuros, como la matanza de coptos a manos de soldados en una manifestación en octubre del año pasado.