El Parlamento alemán recibe con críticas a Merkel por su papel en la cumbre

La canciller alemana, Angela Merkel, acudió ayer por la tarde con la cabeza bien alta al Parlamento (Bundestag), tan solo unas horas después de concluir la Cumbre de la Unión Europea (UE). Era consciente de las duras críticas que debía afrontar de todos los bandos políticos y que se han sucedido sin piedad en los principales medios de comunicación, que no han dudado en hacer símiles deportivos con la derrota de la selección alemana de fútbol frente a Italia.

La mandataria alemana salió a la palestra de la Cámara baja para defender el acuerdo adoptado en Bruselas del jueves y viernes, que no dudó en calificar de «un gran paso hacia delante». Su intervención tuvo lugar poco antes de la votación del Pacto fiscal y del Mecanismo Europeo de Estabilidad del Euro (MEDE), que transcurrió sin problemas en las dos cámaras legislativas alemanas (Bundestag y Bundesrat) tras haber llegado a un acuerdo previo. La semana pasada, la canciller negoció tanto con los principales partidos de la oposición como con los Estados Federales para asegurarse la mayoría de dos tercios necesaria.

Durante su discurso, la política cristianodemócrata no dudó en apuntarse el tanto de haber conseguido dar luz verde al impuesto a las transacciones financieras, que previsiblemente se introducirá antes de finales de año. Estas declaraciones desataron las risas y las burlas entre los diputados socialdemócratas (SPD) y de Los Verdes, que ven esa nueva tasa como una victoria propia sobre el Gobierno de coalición de Merkel con los liberales (FDP).

Sigmar Gabriel, líder del SPD, arremetió contra Merkel para dejarle claro, por si cabía cualquier tipo de duda, que la férrea política de austeridad es la causa principal de los problemas de la UE. «Lo único que ha conseguido Merkel con su política es sumir a los países en una depresión profunda con unas elevadas tasas de desempleo», resaltó. «Solo espero que el programa de crecimiento no llegue demasiado tarde», agregó.

Las críticas más duras procedieron del partido La Izquierda, que acudió al Bundestag ataviado con una enorme pegatina de rechazo al pacto fiscal, que pretende recurrir ante el Tribunal Constitucional una vez ratificado y que retrasará previsiblemente la puesta en funcionamiento del MEDE prevista para el 1 de julio. Para sus diputados, la decisión de la UE es «arrogante» por haber sido tomada de «manera unilateral» cuando afecta a toda Alemania. «Nos están tomando el pelo», dijo una de sus parlamentarias.

«Un claro chantaje»

A pesar de los intentos de la CDU de vender el acuerdo como una victoria, en Alemania se ve como una derrota de Merkel. Los principales diarios del país no dudaron en titular sus artículos como «la noche en la que perdió Merkel», como el semanario 'Der Spiegel' en su edición digital. Para el rotativo sensacionalista 'Bild Zeitung' se trató de un «claro chantaje».

Durante semanas se han sucedido las críticas contra la política de austeridad de Merkel, sin embargo, un 62% de los alemanes quiere que la canciller se mantenga «fiel» a su línea, según una encuesta realizada por la revista 'Stern'. Aunque habrá que esperar a ver qué opinan ahora tras las concesiones de Alemania en el interior de la UE.

El último sondeo realizado por el instituto demoscópico Forsa, dado a conocer este miércoles, destaca que la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y su partido hermanado bávaro, los cristianosociales (CSU), habrían subido en votos por segunda vez consecutiva, hasta situarse en un 34%, frente al 27% del SPD y el 13% de los Verdes. Los grandes perdedores serían los liberales, que se encuentran en caída libre al situarse en un 4% esta semana.