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Mursi jura la presidencia en Tahrir

El presidente egipcio, que tomará posesión hoy, asume el cargo de forma simbólica ante los revolucionarios y desafía a los militares

PAULA ROSAS
EL CAIRO.Actualizado:

Mohamed Mursi será investido presidente hoy ante el Tribunal Constitucional tal y como quiere la junta militar egipcia y le exige la ley. Pero ayer, un apasionado Mursi se entregó a las masas de la plaza Tahrir para asegurarles que «sois la fuente del poder y de la legitimidad» y juró su cargo de forma simbólica ante el pueblo. «Nunca abandonaré los objetivos de la revolución ni los derechos de los mártires», dijo el presidente electo, quien aseguró que «seguiremos el camino de un Estado constitucional, moderno y civil».

Decenas de miles de personas siguieron arrobadas desde la plaza las palabras de un Mursi muy diferente al de sus primeras citas electorales. Su discurso y su actuación ha ganado en vehemencia y ayer el otrora anodino candidato de los Hermanos Musulmanes se alejó del atril y se acercó al público para abrirse la chaqueta y mostrar que no llevaba un chaleco antibalas. «No temo a mi pueblo, no temo a nadie más que a Dios», afirmó el mandatario, rodeado de la guardia presidencial.

Mursi recitó las palabras que hoy deberá repetir formalmente, y juró «por Dios todopoderoso» preservar con lealtad el sistema republicano, respetar la Constitución y la ley. El islamista también se mostró desafiante ante la junta militar y sostuvo que «ninguna institución estará por encima del pueblo». Sin embargo, el hecho de que tenga que jurar el cargo ante el Constitucional después de que el Parlamento fuera disuelto y los militares se otorgaran una serie de prerrogativas que dejan la figura del presidente al nivel de la de un primer ministro, hace pensar que esta última promesa será difícil de cumplir al menos a medio plazo.

Los seguidores del islamista llevan varios días protestando contra los poderes de la junta militar en la plaza Tahrir, pero en la concentración de ayer se respiraba más un aire de festejo por el nuevo presidente que de manifestación. «Lo de mañana (por hoy) es un teatro. Lo que realmente cuenta es lo que Mursi nos diga y nos prometa aquí», señalaba el joven Mosaab Kamal el-Fuli mientras esperaba al nuevo 'rais'. «Pedimos que vuelva el Parlamento, que el presidente goce de todas las prerrogativas y que el Ejército regrese a sus cuarteles», reclamaba la joven Asmaa Yusuf.

Mursi -que poco antes de dirigirse a sus seguidores en Tahrir rezó en la mezquita de Al-Azhar, una de las instituciones suníes más prestigiosas- lanzó muchos guiños a distintos sectores de la sociedad egipcia. Un recuerdo de que el nuevo jefe de Estado tendrá que hilar fino para acomodar a todas las facciones que le han aupado a la presidencia y también a los que temen la llegada al poder de los Hermanos Musulmanes.