Vista general de la junta de accionistas de Bankia celebrada ayer en Valencia. :: REUTERS
Economia

Protestas de accionistas en la junta de Bankia

Goirigolzarri expone un proyecto que prevé reducir el tamaño de la entidad un 10% en los próximos tres años

MADRID. Actualizado: Guardar
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La junta de accionistas de Bankia, celebrada ayer en Valencia, se desarrolló en un clima de tensión. El presidente José Ignacio Goirigolzarri, que ha recibido el encargo de reestructurar la entidad financiera ahora bajo control público, intentó, entre protestas, tranquilizar a los pequeños ahorradores que han visto volatilizarse el 70% del valor de sus acciones, adquiridas en Bolsa hace menos de un año.

«Soy consciente de la pérdida y lo lamento», dijo, desde la evidencia de que muchos de estos propietarios de títulos forman parte, a la vez, de los 10 millones de clientes de las cajas de ahorros que dieron origen al banco y que adquirieron las acciones en las sucursales. A esos clientes decepcionados se dirigió el presidente, empeñado en reconciliarse con ellos y en recuperar su confianza para la nueva etapa que afronta el banco.

Goirigolzarri expuso los detalles del plan de recapitalización del grupo BFA, que incluye una inyección de capital de 19.000 millones, de los que 12.000 irán a parar a Bankia. De cara al futuro, reveló que el proyecto pasa por reducir, en los próximos tres años, en un 50% una cartera de activos improductivos que evaluó en 60.000 millones. Restar 30.000 millones al tamaño de la entidad equivale a adelgazarla en un 10%.

En la asamblea tomaron la palabra ochenta accionistas. Abundaron las acusaciones de estafa y los planteamientos de acciones legales contra los anteriores gestores, pero el presidente de la entidad, Goirigolzarri, las descartó por no tener constancia de infracciones. La junta aprobó las cuentas de 2011 que se saldaron con pérdidas netas de impuestos de 2.976 millones.