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Economia

Cómo plantarse en Bruselas

CÉSAR CALVAR
MADRID.Actualizado:

Toda negociación en Bruselas es complicada por la disparidad de intereses de los estados en liza. En las posibilidades de imponer el criterio propio influyen el contexto interno y la determinación de forzar la situación hasta las últimas consecuencias. Es lo que los militares llaman «voluntad de vencer», cuya sola exhibición puede tener un efecto disuasorio comparable al del mejor armamento.

Las deficitarias España e Italia lograron en este Consejo imponerse a la boyante Alemania en una negociación extenuante. No es la primera vez que España se apunta un éxito contra pronóstico. José María Aznar y Felipe González también supieron plantarse ante los socios.

Sin llegar al nivel de Polonia -que en tiempos de los gemelos Kaczynski desesperó al Consejo al invocar los crímenes nazis en las negociaciones-, Aznar trajo de cabeza a sus adversarios por su agresividad en las reformas de los tratados y negociaciones de fondos. En 2003, aliado precisamente con Varsovia, amenazó con vetar la Constitución Europea si España perdía peso en la UE.

Antes, en 2001, Aznar había condicionado también su apoyo a la ampliación europea a un pacto a su medida para el reparto de los fondos estructurales a partir de 2006.

En diciembre de 1992 González exhibió la misma fuerza en la Cumbre de Edimburgo y amagó con bloquear cualquier acuerdo que no incluyera las pretensiones españolas sobre fondos de cohesión. Fue un éxito financiero para España, pero a González le costó muchas críticas. El entonces líder de la oposición, José María Aznar, llegó a calificarle de «pedigüeño».