Alemania pierde la paciencia
Los críticos, entre los que se encuentra Michael Ballack, señalan al seleccionador por sus constantes cambios en las alineaciones La derrota pone a Joachim Löw en el punto de mira de los aficionados
VARSOVIA.Actualizado:Aunque Alemania ha progresado desde 2006 con Joachim Löw en el banquillo, su derrota el jueves pasado en las semifinales de la Eurocopa ante Italia (1-2) marca un punto y aparte, del que el seleccionador será seguramente señalado como responsable. Si se tienen en cuenta únicamente los números, esa caída en semifinales no tiene nada de vergonzoso para la 'Mannschaft', pero el equipo lleva ya muchos años en un «casi», sin llegar a levantar el trofeo. Fue semifinalista en los Mundiales de 2006 y 2010, y cayó ante España en la final de la Eurocopa 2008.
Se presentó en el torneo continental de Polonia y Ucrania con un único objetivo: el título. Y para ello llegó a encadenar una racha de quince partidos oficiales consecutivos ganados. Hasta ahí, Löw lo había hecho todo bien. Elegir a Mario Gómez por delante de Miroslav Klose, optar por Mats Hummels antes que por Per Mertesacker en defensa, decantarse por Lars Bender para reemplazar al suspendido Jerome Boateng ante Dinamarca, o incluso cambiar toda su línea de ataque en cuartos de final ante Grecia.
Todo ello habían sido apuestas arriesgadas, pero ganadoras. Löw afirmaba que tenía 23 jugadores muy fuertes y casi intercambiables, por lo que adivinar su once se había convertido en una misión casi imposible. Sus críticos, eso sí, no dejaban de subrayar que en el fútbol cambiar constantmente de once inicial no acostumbra a ser una buena idea.
La sorpresa del jueves -poner a Toni Kroos en lugar de Reus y volver a contar con Gómez en punta y Podolski en la banda izquierda- terminó siendo desastrosa y Alemania tendrá que seguir esperando para conseguir un gran título. Ya han pasado 16 años del último, la Eurocopa de 1996.
«Creo que se cuestionará a Löw, sus decisiones, su manera de entrenar y sus cambios durante este torneo», pronosticó el exinternacional Michael Ballack, enfrentado al seleccionador desde que lo apartó del equipo nacional. Pero lo peor de esta caída es la traición a los principios repetidos desde hace semanas y que dañan la credibilidad del seleccionador. ¿Cuántas veces ha insistido con que su equipo debía desarrollar su juego sin tener en cuenta el adversario, que quería «actuar y no reaccionar»? Antes del partido ante Italia ya dijo que se adaptaría a la 'Nazionale', con un plan 'anti Pirlo'.
Ofensivo y técnico
Löw llegó al cuerpo técnico de la 'Mannschaft' como asistente de Jürgen Klinsmann, un día después de la eliminación de Alemania en la primera ronda de la Eurocopa 2004, y fue remodelando pacientemente el fondo y la forma del juego del equipo, convirtiéndolo en más ofensivo y más técnico. Ese trabajo que inició en 2006 dio sus frutos, y de manera espectacular, ayudado por la emergencia de talentos como Mesut Özil, Sami Khedira y Thomas Müller.
Pero la historia solo recuerda los títulos logrados. «Si no ganamos títulos no podremos hablar de 'generación dorada'», decía hace unos meses el capitán alemán Philipp Lahm.
Justo tras el partido que le apeó de la final de la Eurocopa, Löw intentó calmar los ánimos recordando que no había motivos para dudar de este generación ni para «ponerlo todo en duda». «Era el equipo más joven de la Eurocopa. Todavía puede progresar. Vamos a digerir esta derrota para volver con más fuerza. Hemos desperdiciado la oportunidad de pasar a la final, pero tendremos otras», afirmó.