Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Sociedad

Una cita a la que no acudió ningún dirigente afín a Rubalcaba

A. P.
ÁVILA.Actualizado:

No era del agrado de la cúpula socialista que Zapatero reapareciese al lado de un miembro de la jerarquía eclesiástica tan belicoso como Cañizares. No se olvide que Rubalcaba, cuando se hizo con el liderazgo del PSOE compitiendo con Carme Chacón, recuperó la bandera de la aconfesioalidad y prometió que si ganaba revisaría los acuerdos entre la Iglesia y el Estado. Unos acuerdos que están vigentes desde 1979 y que ni Felipe González ni Zapatero nunca impugnaron.

Frente a lo que se piensa, el mandato de Zapatero no fue tan catastrófico para la Iglesia. No en vano, durante su gestión aumentó la asignación triburaria de un 0,52% a un 0,7%. Además arrinconó el proyecto de Libertad Religiosa.

A la cita de la Universidad Católica de Ávila no acudió ningún dirigente afín a Rubalcaba y sí antiguos colaboradores de Zapatero, como los exministros Miguel Sebastián, Beatriz Corredor, Ángel Gabilondo y José Montilla.

El debate, que quiso emular el que celebraron en 2004 el papa Benedicto XVI y el filósofo Jürgen Habermas, concluyó en un tono amistoso. Cañizares echó en falta esperanza e idealismo, «más quijotes y menos sancho panzas», lo que agradó a Rodríguez Zapatero, que no se resistió a citar a Alonso Quijano: «La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre».