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El juez John Roberts. :: AFP
MUNDO

El magistrado que inclinó la balanza

Propuesto para el cargo por George Bush hijo, el juez nunca se había alineado con el sector progresista John Roberts Presidente de Supremo

JUAN PABLO NÓBREGA
NUEVA YORK.Actualizado:

En la actual conformación del Supremo de EE UU siguen teniendo más peso los nombramientos de Ronald Reagan y los dos expresidentes Bush que los realizados por Bill Clinton y Barack Obama. Aunque el actual inquilino de la Casa Blanca ha tratado de corregir el rumbo del tribunal con la elección en 2009 de la magistrada de origen hispano Sonia Sotomayor, el equilibrio de poder sigue escorado a posiciones afines a la derecha ideológica.

Como jefe de la alta magistratura, el juez John Roberts nunca se había alineado con el sector progresista para propiciar una mayoría de cinco contra cuatro como la que permitió ayer refrendar la ley más importante de la era Obama. En los pocos casos en que los desempates se habían decantado hacia el sector progresista, el voto de calidad había partido de Anthony Kennedy, el conservador moderado que marcó la pauta en el reciente fallo sobre la Ley de Inmigración de Arizona.

Propuesto por George W. Bush en 2005 para sustituir a la veterana Sandra O'Connor, la figura de Roberts se amplificó de pronto cuando el exmandatario republicano lo nombró presidente del Supremo tras la repentina muerte en septiembre de aquel año de William Rehnquist, otro ilustre conservador. Desde entonces, este jurista neoyorquino licenciado en Harvard ha presidido algunas de las decisiones más polémicas del alto tribunal, como cuando en 2010 eliminó cualquier restricción a las donaciones privadas a campañas electorales. «El tribunal presidio por Roberts no solo se ha desplazado a la derecha sino que se ha convertido en el más conservador que se pueda recordar teniendo en cuenta los análisis de cuatro importantes estudios de ciencia política», señaló 'The New York Times'.