Un paso decisivo de Europa para remontar la crisis
España, junto a Italia, con la ayuda impagable de Francia, ha conseguido esta madrugada avanzar decisivamente en sus dos grandes objetivos
MADRIDActualizado:A primera hora de esta mañana, Twitter destacaba que la primera información que publica en Internet el 'Financial Times' incluye las palabras 'Spain' y 'win', y no se refiere precisamente a la Eurocopa. España, junto a Italia, con la ayuda impagable de Francia, ha conseguido esta madrugada avanzar decisivamente en los dos grandes objetivos que se había marcado, que en este momento constituían los dos grandes obstáculos para salir del pozo: lograr que el préstamo que ya nos ha sido concedido para recapitalizar la banca se otorgue directamente y no compute como deuda soberana y establecer los mecanismos adecuados para reducir la presión de los mercados sobre esa deuda estatal.
En la la cónica 'Declaración de la cumbre de la zona del euro', suscrita por los diecisiete esta madrugada se reconoce en efecto “el imperativo de romper el círculo vicioso entre bancos y emisores soberanos”, y para ello se afirma que se permitirá la financiación directa cuando “se establezca un mecanismo único y efectivo de supervisión, en el que participe el BCE”. Siempre con la condicionalidad adecuada, formalizada en el correspondiente memorando. En el entretanto, mientras se crea ese supervisor en el seno de la Unión Bancaria que debería entrar en vigor a finales de año, el segundo punto de la Declaración insta a España a ultimar el memorando vinculado al apoyo financiero ya otorgado utilizando el FEEF hasta que esté disponible el MEDE, “sin que se le conceda estatuto de prioridad”. Esta precisión es muy relevante porque tranquilizará a los acreedores, que no se verán postergados a la hora de recuperar su inversión, e impulsará por lo tanto a la baja a la prima de riesgo. Como es sabido, el FEEF es el vigente fondo de rescate, en tanto el MEDE (ESM en inglés) es un fondo distinto, el Mecanismo Europeo de Estabilidad, ya de carácter permanente, que sustituye al anterior y que entra en vigor el 1 de julio.
En lo tocante a la deuda y al logro de la estabilidad financiera (el fin de la especulación), se abre asimismo camino la utilización de “los instrumentos vigentes de la FEEF/MEDE de manera flexible y eficiente” con objeto de estabilizar los mercados. En román paladino, quiere decirse que tales fondos podrán comprar deuda estatal, también de forma condicional y con el correspondiente memorando de condiciones, para contrarrestar el acoso de los mercados.
Ambas concesiones europeas, que van en la dirección adecuada y que han de ir acompañados de más cesiones de soberanía por parte de los estados en la dirección de federalizar el Eurogrupo, no nos sacan por sí solas del pozo de la crisis pero nos dan las herramientas para ello. El saneamiento del sistema financiero, de forma que pueda volver a fluir el crédito, y la financiación normalizada de la deuda soberana española, que actuará positivamente sobre el déficit, nos permitirán avanzar hacia la estabilidad presupuestaria –el principal requisito impuesto por Europa- y sentar las bases del crecimiento económico, cuya necesidad, enfatizada por Francia, se abre también camino.
Como se ve, los mercados han aplaudido en primera instancia las medidas que acaban de adoptarse. Con todo, no debemos guiarnos exclusivamente por este voluble indicador: habrá altibajos, que no deben influir en nuestro avance hacia la recuperación, que será tanto más rápida cuanto más deprisa se produzca la integración europea. Una integración que ha de basarse en los cuatro pilares que el ministro de Economía alemán, Schäuble, explica en la edición de Der Spiegel que está en los quioscos: elección del presidente de la Comisión Europea por sufragio universal, designación de un Superministro de Economía con derecho de veto, progresiva homogeneización fiscal y creación de un supervisor bancario supranacional. Esta noche, el Consejo Europeo ha decidido crear formalmente ese cuarto pilar.