¡Hasta el gorro!

Sí, como muy bien ha dicho el sr. Chamizo, estamos hasta el gorro de vosotros políticos. De vuestras mentiras, sonrisas hipócritas y corrillos de genuflexos. Transitáis por nuestros barrios, por nuestro día a día pero no encajáis entre nosotros. Habéis establecido una barrera infranqueable que solo traspasáis cuando os interesa. Es decir, por nuestro voto. Necesitáis un refrendo legal para seguir gozando de vuestras prebendas, de vuestros sueldos vergonzantes. ¿Dónde estabais mientras se producía la sangría de pérdida de puestos de trabajo? ¿Dónde, mientras por vuestra estulticia, íbamos irremisiblemente a la runa vital y económica? ¿Dónde habéis estado mientras la corrupción tambaleaba las estructuras del Estado? Estáis alejados de la realidad, y ensimismados en vuestros ombligos, que vuestra 'desfachatez democrática' no tiene límites. Pero no os engañéis, a pesar de nuestras voces temblorosas por la incertidumbre, podemos aún gritar: ¡Estamos hasta el gorro!