El timo del trabajador pensionista
La ministra Ana Mato recomienda que las patologías leves se curen mediante remedios naturales Sanidad detecta a 200.000 activos que no pagaban los medicamentos
MADRID.Actualizado:Unos 200.000 trabajadores están recurriendo a la tarjeta sanitaria de un familiar pensionista para acceder a fármacos de forma gratuita. Así lo aseguró ayer la ministra de Sanidad, Ana Mato, quien reveló que el fraude se ha detectado al cruzar los datos de los activos y los jubilados con el Ministerio de Hacienda para poner en funcionamiento el nuevo sistema de copago de los medicamentos, que obligará a incrementar la aportación económica de los usuarios a la financiación de los fármacos.
Mato apostó por suprimir del catálogo de productos sufragados con cargo al erario público las medicinas destinadas a dolencias leves, como antidiarreicos, antitusivos y laxantes. Como alternativa, la ministra abogó por sustituirlos por productos naturales. De esta manera, los fármacos para este tipo de patologías serán costeados de forma íntegra por el paciente. Durante una intervención en el Foro Ideas+Diálogo, Mato destacó que alrededor de 800.000 personas estaban adscritas a la tarjeta de un familiar, cuando en realidad tenían derecho a disponer de una propia. De todo ellos, unos 200.000 se aprovechaban de la gratuidad de los fármacos «cuando tenían renta suficiente para hacer frente a su pago», dijo Mato.
El nuevo sistema, por que los jubilados tendrán que pagar el 10% del coste de las medicinas y los activos entre el 40 y 60% en función de su renta, entrará en vigor el 1 de julio. Y lo hará sin dilaciones ni excepciones. Para Mato, las comunidades que han alegado que no disponen de tiempo ni de las tecnologías para aplicarlo en tan poco tiempo, como Asturias, País Vasco y Cataluña, en realidad carecen de voluntad política. «Se va a poner en marcha sin problemas, no es una cuestión técnica, con independencia de que pueda haber un problema puntual», sostuvo Ana Mato, quien fue taxativa al conminar a las administraciones autonómicas a que cumplan la ley.
En este sentido, Mato argumentó que espera resolver mediante el diálogo las divergencias que mantiene con la Generalitat de Cataluña, que está dispuesta a recurrir el decreto por el que se pretenden ahorrar 7.400 millones en materia sanitaria. Más peliagudo se antoja el contencioso con el País Vasco, que también quiere impugnar el modelo de copago.
Uno de los mayores problemas estriba en el mecanismo de reembolso a los pensionistas una vez que estos rebasen la cantidad establecida -de entre 8 y 18 euros al mes- a la hora de comprar fármacos. De acuerdo con la ministra, es a las comunidades autónomas a las que corresponde definir la manera como se va a devolver el dinero.
Con todo, el Ministerio de Sanidad planteará mañana a los consejeros del ramo, con motivo de la reunión del Consejo Interterritorial de Salud, que el reembolso se ingrese de forma «trimestral o semestral» en la cuenta donde los pensionistas reciben su pensión. Con el fin de compensar los sacrificios que supondrá el nuevo modelo, Sanidad quiere adoptar medidas para que las familias numerosas vean reducido el precio de los medicamentos, algo que todavía no ha podido aprobarse por «motivos técnicos».
Valor terapéutico
En el Consejo Interterritorial de Salud, la responsable del departamento propondrá dejar de financiar medicamentos para combatir dolencias menores o que han quedado obsoletos. Con ello se aspira a ahorrar 500 millones. Se trata de una medida acordada con la industria farmacéutica. «Hay medicamentos obsoletos que aún están en el nomenclátor y se financian públicamente», sostuvo la ministra de Sanidad, quien adujo que las especialidades excluidas cuentan con «escaso valor terapéutico». Estas serán reemplazadas por otros medicamentos más baratos y más eficaces. En realidad se trata de una medida de ahorro, pues si los medicamentos excluidos carecen de propiedades terapéuticas no se entiende por qué pueden seguir siendo adquiridos por los enfermos.
Por el momento, entre los fármacos que van a quedar marginados del dinero público figuran antidiarreicos, laxantes, antivirales tópicos y productos contra la tos seca irritativa. La alusión realizada por Mato en el sentido de que las afecciones leves podían curarse por medios naturales concitó enseguida las críticas. A juicio de Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes, la idea es descabellada. «Aquí lo único natural que funciona es lo que está probado científicamente», subrayó. «¿Está diciendo que para el dolor vamos a tener que usar los remedios de la abuela?», dijo con sorna.