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Cristianos y laicos no confían en el futuro Ejecutivo

P. ROSAS
EL CAIRO.Actualizado:

No es ningún secreto en Egipto que la comunidad cristiana casi en bloque y muchos laicos votaron por el que ha resultado ser el perdedor en estos comicios presidenciales, Ahmed Shafiq. La victoria de Mohamed Mursi provocó el domingo lágrimas de decepción y miedo entre muchos coptos y entre la clase alta radicalmente secular en el país. Pero ayer, con los ánimos más calmados, muchos se mantenían a la expectativa, conscientes de que la junta militar sigue teniendo, al menos por ahora, las riendas del país.

Los islamistas y, en especial los Hermanos Musulmanes, despiertan una gran desconfianza entre un amplio sector de la población, que teme que un presidente de esta ideología ultraconservadora coarte sus derechos individuales e intente homogeneizar un país conservador pero diverso. Mursi parece ser consciente de esta inquietud, y en su primer discurso a la nación intentó aplacar los miedos de la comunidad cristiana. «Nosotros como egipcios, musulmanes y cristianos nos enfrentaremos juntos a los conflictos y conspiraciones que atacan nuestra unidad nacional», aseguró el nuevo presidente. «Escuché el discurso y me pareció bien. Aunque sigo sin fiarme de sus intenciones, habrá que esperar a ver», aseguraba ayer Atef Ayat, que regenta una bombonería en el barrio de Shubra, con una gran población de cristianos. «Yo, la verdad, tengo miedo. He votado a Shafiq, como muchos en el barrio y me inquieta pensar qué puede ser de nosotros con este nuevo presidente», recalcaba una clienta en la tienda.

Shubra es un barrio donde las conversaciones políticas se llevan a cabo en susurros, especialmente en los lugares públicos. Aunque la convivencia es buena, la gran diversidad religiosa mantiene a sus habitantes en alerta. Nadie quiere molestar al vecino ni meterse en problemas. En un café de su calle principal, ayer, sin embargo, un pequeño grupo de parroquianos comentaba las noticias con el periódico abierto sobre la mesa. «No me preocupa tanto que sea islamista como que sea un hermano musulmán. La cofradía tiene un plan para acaparar todos los poderes de Egipto», señalaba Jaled Mohamed, un musulmán también votante de Shafiq.