El Palmar estalló de júbilo

El Atlético Sanluqueño ya es de Segunda B. Los verdiblancos derrotaron con mucho sufrimiento al Extremadura (2-1) y regresan a la categoría de bronce dos décadas más tarde.

Una igualada era necesaria para que el Atlético Sanluqueño regresara esa categoría después de 20 años de ausencia. A priori, un resultado 'coherente' para un equipo que únicamente había cedido dos empates en los 21 partidos disputados hasta la fecha en El Palmar, un escenario que ayer estaba hasta la bandera. La ocasión lo merecía.

Ahora bien, no fue nada sencillo para los hombres de Pepe Carrete. Los locales llegaban con ventaja tras el maravilloso gol de Óscar Silva en el estadio Francisco de la Hera de Almendralejo, pero el Extremadura no se amilanó en ningún momento. Y buena prueba de ello es que los verdiblancos tardaron más de media hora en poner en aprietos al cancerbero Tete.

Juanlu fue el primero en intentarlo con un lanzamiento desviado, pero Ezequiel, con un disparo que atajó Tete, y Diego Castillo, con un centro-chut que el portero sacó de la mismísima escuadra, llevaron los primeros momentos de especial emoción al Palmar.

Mientras, el Extremadura se estiraba con el paso de los minutos, aunque los intentos de los pupilos de Agustín Izquierdo apenas inquietaban a Fran. Era más la tensión por el resultado que el peligro en sí en esas jugadas.

Minutos finales de infarto

Con mayor incertidumbre comenzó la segunda parte . No en vano, Pablo Carmona tuvo en su poder una clara ocasión al regresar de los vestuarios, aunque todo quedó en un susto. Y, tal y como sucedió en la ida, los sanluqueños se despertaron y buscaron con ahínco el gol de la tranquilidad. Juanlu y Lolo estuvieron a punto de conseguirlo, pero tuvo que ser Adrián Gallardo, que llevaba ocho partidos sin marcar, el que doblegara a Tete (53'). El Palmar estallaba de júbilo. La Segunda B estaba muy cerca.

Sin embargo, habría que sufrir mucho para sellar el ascenso a la categoría de bronce. Sin ir más lejos, los extremeños fueron a por todas. Tenían que anotar dos goles para subir y Pablo Carmona cruzó en exceso el balón ante Fran. Y en esas llegó el tanto de Sabino, el veterano jugador, que tiró de experiencia para batir a Fran desde los once metros. El que fuese jugador de Osasuna fue una de las novedades en el once y no desperdició su ocasión a falta de un cuarto de hora para el final. Los nervios, ahora más que nunca, aparecían en la 'Ciudad de la Manzanilla'.

De ahí en adelante, el Extremadura hizo que el Atlético Sanluqueño retrasara sus líneas, los hombres de Carrete se dejaron la piel para defender el resultado y el fútbol fue justo. A diferencia de lo sucedido en la eliminatoria frente al Prat, ayer la suerte sí estuvo de cara para los sanluqueños y Adrián Gallardo, que completaba una temporada para el recuerdo, puso la puntilla en la prolongación.

El campeón del Grupo X de Tercera División regresaba a Segunda B después de dos décadas. Un premio mayúsculo y merecido para un club que merecía dar un salto de este calibre.

Y ahora esperan La Línea, Bahía Sur y el Ramón de Carranza, entre otros estadios, para recibir a un Atlético Sanluqueño que busca seguir escribiendo en El Palmar una historia con letras de oro.