Disciplina inglesa a 600 euros el día
La ‘supernanny’ Kathryn Mewes triunfa entre los ricos británicos con su método para controlar a niños rebeldes en tres días
MADRID Actualizado: GuardarMuchos padres darían lo que fuera por cambiar el comportamiento de su hijo rebelde. Kathryn Mewes le pone precio a este deseo: 1.500 libras (1.800 euros) por 72 horas de trabajo. Así pues, quien pueda permitirse pagar semejante cantidad verá resueltos los problemas de indisciplina de sus vástagos, promete esta ‘supernanny’ que triunfa entre los ricos británicos con su ‘método de los tres días’.
Mewes acaba de publicar un libro en el que cuenta cómo se consigue en tan poco tiempo el milagro de domar a una fiera que no quiere comer ni irse a la cama ni portarse bien. Según esta Mary Poppins del siglo XXI, la base del éxito es que los padres nunca pierdan el control. “La mayoría de los que conozco pasan de un volumen cero a un volumen diez, que es gritar. No saben utilizar el punto medio, una voz firme y segura. Si quieres que te hagan caso, debes agacharte, mirarle firmemente (si no le miras, seguro que no te escucha) y hablarle con el tono adecuado”, explica esta canguro de lujo.
Otra clave es que los niños tengan la ilusión de que ellos pueden elegir. Relata Mewes que si queremos que nuestro hijo se ponga un abrigo rojo, debemos comprar también uno azul de segunda mano, ajado y viejo. “¿Cuál te quieres poner hoy?”. Obviamente, elegirá el rojo, pero en su interior se sentirá satisfecho porque ha sido él quien ha tomado la decisión. Y además, estará aprendiendo cuál es el camino correcto para el futuro.
Cuando los más pequeños comienzan a comportarse bien, son premiados con pegatinas. Los adolescentes, por su parte, reciben imanes. Con estos imanes van creando una torre y cuanto más alta es la torre, es decir, cuanto mejor se comportan, más apetecible es el premio que les espera. Según el ‘sistema de los tres días’, la mejor recompensa es poder ver en el sofá, junto a mamá y papá, una película mientras todos comen palomitas.
La propia Mewes reconoce que la mayoría de los progenitores son escépticos ante una solución tan sencilla a un problema tan complejo, y mucho más cuando descubren que la tarifa de la ‘supernanny’ es de 600 euros al día. La reacción típica de los padres, como ella misma admite, es: “No puedo creer que esté gastando este dineral en una mujer que le da a mis hijos imanes”. Y sin embargo, Mewes está encantada con este discurso: “Son mis casos favoritos. A más escepticismo, más sorpresa cuando ven que funciona”.
La experiencia ha hecho que esta mujer sepa perfectamente qué va a ocurrir durante los tres días de ‘tratamiento’. En el primero encontrará un fuerte rechazo por parte del niño. El segundo día, habrá aceptación. Y el tercero, por fin, un gran entusiasmo. Mewes asegura que ha desarrollado su método con 80 familias y solo en dos casos ha tenido que quedarse más de tres días. “Y solo porque los padres no tenían confianza en mi trabajo, no por culpa de los niños”.
Por ahora, sin embargo, Mewes no puede aplicar sus conocimientos en su propia casa: a sus 38 años no tiene hijos. “Creo que ya no lo voy a tener fácil para ser madre”, concluye.