El daño moral
Actualizado:Posiblemente cuando este texto se publique haya dimitido Carlos Dívar. Durante varios días se han escrito opiniones a favor y en contra de la forma de proceder del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. Ha habido quien mantiene que sus gastos son legales, porque la norma así lo establece. Y pienso que será legal, pero no ético, y mucho menos silenciable.
Recuerdo un episodio que le ocurrió a un alcalde, allá por los años 80, que fue inhabilitado por pagar una resonancia magnética con dinero municipal. La cantidad no llegaba a las 35.000 pesetas de entonces (210 euros). Y fue condenado por prevaricación. Entonces nadie salió a defender la escasa cuantía ni el fin a que fue destinada. En la memoria de muchos aparecerán algunos casos más que tuvieron su repercusión mediática en su día. Pero lo del Sr. Dívar va a resultar muy difícil de olvidar por el grave perjuicio que le ha causado al prestigio de los jueces españoles y de la Justicia en general. Algo similar al daño que le hacen a la Iglesia católica los curas pederastas.