El peor sábado de Ferrari
Alonso (11) y Massa (13) no pasan el último corte, mientras Vettel logra la 'pole'El asturiano reconoció un «exceso» de optimismo en el equipo, pero todavía confía en sumar puntos en Valencia
VALENCIA.Actualizado:'Pole' de Vettel y chasco de Ferrari en Valencia. La Fórmula 1 se ha convertido este año en una montaña rusa y, cuando parecía que se había estabilizado el ritmo de los vaivenes, el frenesí ha vuelto a impulsar el carro de las sorpresas. Ferrari se llevó la peor parte en el puerto de la capital del Turia. Ahora que el coche se había consolidado en su lugar natural, con los mejores, y que Alonso parecía al fin satisfecho con las trazas que adquiría la temporada, llegó el fiasco. El asturiano saldrá decimoprimero y Massa, dos puestos más atrás, decimotercero. En un día negro para la escudería roja, Vettel volvió por sus fueros. Conquistó una 'pole' por avasallamiento, al estilo del año pasado. Cuatro décimas por delante del segundo clasificado, Lewis Hamilton. Red Bull asoma claro favorito para ganar.
Fue el peor sábado de Ferrari, a la par con aquel debut desolador de Australia hace cuatro meses. No estaba en el guión el descalabro de los coches rojos, cuyo rendimiento durante el fin de semana no invitaba a pensar en unas posiciones tan retrasadas. Alonso, decimoprimero, y Massa, decimotercero.
La distancia que separó a Alonso del último escalón fue menos que un suspiro. Cuatro milésimas. Por ese hueco tan escaso se quedó fuera de la Q3. Poco margen y demás, todo lo que se quiera, pero la Fórmula 1 establece sus propias reglas en su versión excel. Las matemáticas siempre tienen razón y deciden lo que está bien y lo que está mal. Y ayer dijeron que Ferrari naufragó en la cronometrada.
La decepción en el circuito de Valencia contagió a los aficionados en las gradas, que confiaban en que la línea ascendente del Ferrari durante las últimas carreras se trasladase a una clasificación potente en la parrilla. Pero no hubo forma porque el rendimiento de los bólidos rojos estuvo muy por debajo de las previsiones.
Alonso, incluso, fue más allá en sus apreciaciones. Comentó que «el optimismo que había en el equipo respecto a la carrera era exagerado».
El asturiano fue decimosegundo en Australia, pero no llegó a completar su mejor vuelta por una salida. En Valencia, a pleno voltaje, no consiguió ingresar en el escalafón de los diez mejores y tuvo que presenciar la Q3 desde el garaje. Allí esperaba Luca de Montezemolo, el presidente de Ferrari, cuya cara, gesto y actitud desolada fueron el mejor resumen de lo que sucedió en la pista. No había consuelo en Ferrari. «Estuvimos cerca en cuanto a prestación pura, no en cuanto a posición -dijo el asturiano-. El podio no es posible».
El paisaje del día se complicó más para Alonso, ya que sus principales adversarios en la pelea por el título -Vettel y Hamilton- se auparon a la primera línea en la salida. Al español le toca remontar. El Ferrari sale de cine este año y tiene dos juegos de neumáticos blandos sin estrenar, pero el problema es que desde el undécimo puesto las complicaciones llegarán por el tráfico y los adelantamientos en un circuito que no es propicio para pasar al enemigo.
«El resultado no nos ha favorecido hoy -explicó Alonso-, pero está demostrado que en la Fórmula 1 se puede pasar de la tristeza a la alegría en 24 horas. El fin de semana no ha terminado y tenemos que esperar a la carrera. El objetivo es sumar puntos», aseguró el bicampeón del mundo.
Webber, la otra decepción
También fue un sábado decepcionante para Mark Webber. El piloto australiano no superó la primera eliminatoria por un problema hidráulico en su Red Bull y se quedó en el último pelotón, con los habituales descartados entre los que estaba De la Rosa.
A la sorpresa de Webber y Kovalainen hay que sumar lo ocurrido en Marussia. Un virus estomacal impidió a Timo Glock disputar la sesión de clasificación, por lo que el equipo que pelea con HRT por no ser último, solo tuvo a uno de sus pilotos en pista, Charles Pic. La escudería informó que este mismo domingo decidirán qué hacer, en función de cómo se encuentre el corredor alemán.
Ninguno de sus pilotos reservas, entre los que se encuentra la española María de Villota, se puso el mono para sustituir a Glock, pese a que éste llevaba arrastrando los problemas físicos desde el pasado jueves. Pedro de la Rosa volvió a cumplir con lo previsto, y superó a su compañero Narain Karthikeyan y al propio Pic, demostrando que mientras que HRT ha dado dos pasos al frente, los de Marussia están sufriendo lo indecible para mantener el pulso con el conjunto español.