entrevista

María Garzón: «Mi padre se ha equivocado pero no merece el calvario ni el linchamiento que ha sufrido»

La hija del exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón presenta 'Suprema Injusticia', un libro con el que pretende contar "toda la verdad" sobre el final de la carrera judicial de su padre

MADRID Actualizado: Guardar
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Desde aquella famosa carta "a todos los que brindaron con champán" el día que su padre, Baltasar Garzón, fue condenado por prevaricación en el caso de las escuchas ilegales a los abogados del ‘caso Gürtel’, María Garzón no había hablado tan alto ni tan claro sobre los hechos que han puesto punto y final a la carrera judicial de uno de los magistrado más famosos de España. Lo hace en ‘Suprema Injusticia’, un libro que el pasado 12 de junio vio la luz de la mano de la Editorial Planeta, y en el que la autora intenta contar su ‘verdad’, que "muchos creerán equivocada, a otros les permitirá entender mejor las cosas y a algunos les importará poco, puesto que ya tienen una idea preconcebida de los hechos y nunca cambiarán". Pero no le importa.

María Garzón Molina es la hija mayor del juez, tiene 30 años, está casada y es licenciada en Publicidad y RR PP por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Trabajó en el departamento de marketing en La Caixa y es propietaria de la empresa Mades Comunicación. Además ha sido recientemente madre de una niña: Aurora, “una alegría a la que agarrarnos en tiempos tan difíciles”, reconoce.

"Mi padre está orgulloso de que me haya expuesto por él", dice cuando se le pregunta qué opina el juez sobre su incursión literaria aunque reconoce que como padre sufre. "No para de pensar en dónde me he metido". Pero ella es consciente. Nunca ha tenido reparos a la hora de situarse a su lado y ejercer públicamente de su mayor defensora. "Sabía que me ponía en primera línea pero se lo debo a mi padre y a todo lo que él ha hecho por nosotros".

A lo largo de las más de 140 páginas, María desgrana en primera persona cómo ha vivido la familia el ocaso del juez. "Ha sido duro", admite, "sobretodo estar de continuo en los medios de comunicación", prosigue la autora de 'Suprema Injusticia'. Considera que la rapidez con la que su padre fue suspendido de la Audiencia Nacional justo cuando acababa de solicitar los servicios especiales para trabajar en la Corte Penal Internacional delata una persecución que pretendía "humillarle públicamente" y "exiliarle a la fuerza". "Llama la atención cómo en ciertos momentos se aceleraba el proceso, como cuando llega la suspensión y en vez de resolver su comisión de servicios para poder irse a La Haya, se hacen siete resoluciones en un día para poder suspenderle", explica la hija de Garzón. Por ello se muestra muy crítica con el sistema aunque sigue creyendo él. “Debería crearse una reflexión colectiva sobre qué habría que reformar porque la Justicia cada vez está más separada de los ciudadanos”.

Agradecida por todo el apoyo mostrado a su progenitor -"pese a lo que muchos piensan de que nadie le quiere y de que está solo"- espera que el Tribunal de Estrasburgo termine por demostrar que el exjuez no tuvo un juicio justo por parte del Supremo español. "Mi padre se ha equivocado pero no merece el calvario ni el linchamiento que ha sufrido", asegura María Garzón, quien aún se sorprende de la capacidad demostrada por los suyos de reírse de sí mismos y de hacerlo "de algo tan duro".