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Antonis Samarás.
MUNDO

La desgracia se ceba con el nuevo Gobierno de coalición griego

En un viernes aciago, el primer ministro padeció un desprendimiento de retina y el titular de Finanzas fue ingresado tras sufrir un desmayo

A. G.
ATENAS.Actualizado:

El nuevo Gobierno de Grecia ha iniciado su difícil andadura en las peores condiciones. Sin tiempo para 'ordenar la casa' ante la visita el próximo lunes de los inspectores de la 'troika' (formada por la Comisión, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional), tanto el nuevo primer ministro como el titular de Finanzas necesitaron ayer asistencia médica de forma repentina.

La situación del jefe del Ejecutivo, Antonis Samarás, no reviste gravedad. En una consulta ya programada con anterioridad con su oftalmólogo le fue detectado ayer un desprendimiento de retina. A primera hora de la tarde fue examinado en el Hospital Attiko de Atenas, tras lo cual se decidió que fuese intervenido quirúrgicamente.

Tras la visita al hospital, Samarás retornó a la residencia oficial del primer ministro, obligado a guardar reposo. Por la tarde debería haber tenido lugar una reunión del grupo parlamentario de su partido, la conservadora Nueva Democracia (ND), vencedora en las elecciones del pasado domingo, pero la cita tuvo que ser suspendida. También se descartó la asistencia del político al encuentro de la Eurocopa de fútbol entre Grecia y Alemania en la ciudad polaca de Gdanks, donde tenía previsto coincidir anoche con la canciller Angela Merkel y ofrecer así una de las imágenes más codiciadas de las últimas semanas.

Más preocupante es el estado de salud del nuevo ministro de Finanzas, el banquero Vasilis Rápanos, que tuvo que ser hospitalizado tras sufrir un desmayo. De acuerdo con el comunicado del Hospital Ygia, en el que fue ingresado, Rápanos sufría «dolor abdominal severo, mareos, náuseas, sudores y astenia». Aunque fue «estabilizado», los médicos desconocían aún las causas de su malestar.

La repentina indisposición de Rápanos impidió que ayer se llevara a cabo el juramento de su cargo. El banquero no había participado el miércoles en la ceremonia de jura de los miembros del nuevo gobierno, por encontrarse el todavía titular del ministerio, Yorgos Zaniás, en la reunión del Ecofin (ministros de Finanzas de la UE) en Luxemburgo, lo que hizo que retrasara el relevo.

Con los principales hombres del Ejecutivo fuera de combate, Grecia aún tuvo que soportar un aumento de la presión de los prestamistas de la troika. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, anunció ayer el viaje de los inspectores a Atenas el próximo lunes para renegociar el plan de ajuste pactado con el país a cambio del segundo rescate. Juncker advirtió que la situación es «urgente» y que «todos los procedimientos deben acelerarse».

Este será el gran reto del nuevo Ejecutivo constituido el jueves. El pacto que ha permitido formar Gobierno implica una coalición entre los conservadores de Nueva Democracia (ND), los socialdemócratas del Pasok y el pequeño partido centroizquierdista Izquierda Democrática (Dimar). Los tres suman una mayoría de 179 escaños en un Parlamento de 300 diputados.

Ni el Pasok ni Dimar han querido entrar en el Gabinete de forma directa. En su lugar, han propuesto tecnócratas afines pero sin carné. Así, de los 18 nuevos ministros, 13 pertenecen a ND y los otros cinco son independientes.