ENVIADO ESPECIAL

CUENTAS PENDIENTES EN DONETSK

España necesita dar hoy otro vuelco a la historia para vencer a Francia y vengar las derrotas de 1984, 2000 y 2006

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La Roja' empezó a escribir una nueva historia hace cuatro años en la Eurocopa de Austria y Suiza y esta noche necesita romper otra maldición para derrotar en cuartos de final a Francia, a la que nunca ha superado en un partido oficial y con la que tiene cuentas pendientes que quiere saldar cuanto antes. Será en el Donbass Arena de Donetsk, en Ucrania, el escenario perfecto para servir en plato frío a su rival una venganza que le permita redimirse de las afrentas de la final del torneo continental del 84 y de la eliminación en octavos en el Mundial de Alemania de 2006. Eran otros tiempos y los actores protagonistas han cambiado, pero aquellos dos episodios dejaron un poso amargo que aún permanece fresco entre los aficionados. Renovado con la llegada al banquillo de Laurent Blanc, el enemigo es duro, por lo que dejarle en la cuneta supondría dar un golpe de autoridad que también haría daño al resto de selecciones que siguen vivas.

Hace casi tres décadas, España estuvo a punto de dar un serio disgusto a los galos en su propia casa. Era la época de Arconada, Camacho y Santillana, en un bando, y de Platini, Tigana y Luis Fernández, en el otro. Por aquel entonces la competición solo la disputaban ocho equipos. Es decir, quedar primero o segundo de grupo daba acceso directo a las semifinales. El combinado nacional derrotó a Dinamarca en la tanda de penaltis y se enfrentó a los anfitriones en el partido decisivo, en París. Hay una imagen que define aquel encuentro e incluso el torneo en sí mismo. Platini, el astro francés que hoy dirige los designios de la UEFA, lanzó una falta directa sin peligro aparente y Arconada cometió su único error en la competición, en la que había firmado una actuación formidable. Ese tanto dejó muy tocados a los 'aspirantes', que buscaron con ahínco el empate hasta que los locales les asestaron la estocada definitiva con el segundo gol.

El destino esquivó a los países vecinos en sucesivos eventos internacionales de alto nivel hasta los cuartos de final de la Eurocopa de 2000, recordada por el fatídico penalti fallado por Raúl en el último minuto, que habría servido para forzar la prórroga. En el Mundial de Alemania, el contexto era bien distinto al de principios de los 80. Era la primera ronda a vida o muerte y se enfrentaban en Hannover una España emergente y crecida ante una Francia veterana, liderada por Zidane, que estaba a punto de iniciar un profundo recambio generacional. Empezó bien el choque para 'La Roja', que se adelantó en el marcador a la media hora con un penalti transformado por Villa. Sin embargo, el guion cambió por completo y los galos apelaron a la experiencia para desquiciar a los de Luis Aragonés. Ribery, entonces ligero como el viento, empató poco antes del descanso y la segunda parte fue un monólogo francés, que remató la faena con goles de Vieira y el propio Zidane. La selección aún no había encontrado un antídoto contra el maleficio.

Seis supervivientes

En 'La Roja' de Vicente del Bosque quedan seis supervivientes de aquel choque, en el que los españoles pagaron cara su valentía: Casillas, Ramos, Xabi Alonso, Xavi, Cesc y Torres (Villa y Puyol no están en Ucrania porque están lesionados). Estos internacionales -con un gran peso en los planes del técnico salmantino- y el resto de sus compañeros se han conjurado para regatear hoy en Donetsk al mal fario y dar un paso más hacia una hazaña que sería única: encadenar dos títulos continentales y uno mundial. Francia, organizadora de la próxima Eurocopa, necesita limpiar la ridícula imagen que ofreció en Sudáfrica, en la que se amotinó contra sus dirigentes y en la que forzó la destitución fulminante de Raymond Domenech. Ahora, la sorprendente derrota ante Suecia ha generado roces en el seno del vestuario, dividido por la supuesta desidia de algunos jugadores.

La actualidad de España ha estado marcada por las críticas recibidas por Del Bosque y por el escudo protector que ha desplegado en el cuartel general de Gniewino para intentar evitar que el ruido exterior afecte a sus futbolistas. El seleccionador ha puesto la cara para encajar los golpes en solitario y ha dado un golpe en la mesa al asegurar, sin alterarse, que no entiende el pesimismo que rodea a 'La Roja' cuando se ha clasificado invicta para cuartos y todavía es «una seria candidata». «Hemos pasado de pobres a ricos en poco tiempo. No sabemos valorar lo que tenemos», subrayó al día siguiente de la sufrida victoria ante Croacia. Quizás la selección es víctima de su éxito y por eso ni siquiera sus futbolistas, como destacó el técnico, celebraron el pasaporte para cuartos.

Como viene siendo habitual en esta Eurocopa, Del Bosque tiene intención de emplear ante los franceses a sus doce apóstoles. Salvo sorpresa mayúscula, todo indica que la portería, la defensa y el centro del campo serán los mismos que en choques precedentes. De nuevo la duda surge en ataque. El seleccionador era partidario de jugar con Torres como '9' puro, pero la posibilidad de que Blanc apueste por un trivote para reforzar la medular abre de nuevo las puertas de la titularidad a Cesc como delantero falso. 'La Roja' se entrenó ayer por la tarde sobre el césped del Donbass Arena para ensayar los últimos retoques tácticos contra los galos. Hay muchas cuentas pendientes en Donetsk.