La banca necesita un máximo de 62.000 millones de capital

La banca española necesita un máximo de 62.000 millones de euros de capital adicional para hacer frente al peor de los escenarios previsibles, un supuesto en el que la actividad llegaría a sufrir un desplome del 6,5% en dos años y la vivienda una depreciación del 26,4%, lo que implicaría una pérdida de valor del 60% desde 2008. Las consultoras independientes Oliver Wyman y Roland Berger, que han cobrado por su trabajo dos millones de euros, llegaron a esta conclusión, que el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, y el recién estrenado subgobernador del Banco de España, que ahora está al frente del FROB, Fernando Restoy, dieron a conocer ayer al cierre de los mercados. La principal novedad de su comparencia fue el anuncio de que los plazos para la determinación definitiva de las necesidades de capital de las entidades se prolongan. A mediados de septiembre, las entidades soportarán una nueva prueba de resistencia, después de que las principales auditoras hayan puesto en su sitio los préstamos y adecuado la valoración de las carteras.

«Estimaciones correctas»

«La cifra se distancia mucho del rango considerado por el Eurogrupo», destacaron. Más eufórico, el presidente del Gobierno manifestó que el análisis de las evaluadoras es «certero y creíble» y que «acota las necesidades en márgenes manejables». Por eso consideró que la asistencia financiera planteada a la Unión Europea «es más que suficiente» para atender las urgencias.

«Los resultados del test confirman que las actuaciones realizadas hasta ahora por el Gobierno, como la reforma del sistema financiero, eran necesarias y que las estimaciones en materia de provisión y de recapitalización eran las correctas», aseveró Rajoy en Sao Paulo, Brasil, según informa Antonio Montilla. Igualmente importante, según el presidente, es que el monto estimado garantiza que la asistencia financiera de 100.000 millones de euros puesta a disposición de España por los socios europeos «es más que suficiente para sanear muy solidamente nuestras entidades».

El procedimiento de los expertos «no permite establecer la necesidad por tipo de entidades», precisaron los responsables económicos. Dejaron claro que de los catorce grupos bancarios examinados -el 90% del sistema financiero español-, los tres grandes grupos (Santander, BBVA, La Caixa) no necesitarán ayudas públicas, que se van a concentrar en las ya participadas por el FROB (Bankia, Novagalicia, Catalunya Caixa). Para articular un proceso coherente, las subastas previstas, las de Catalunya Banc y Banco de Valencia, se han suspendido.

Del resto de entidades, algunas podrán obtener el capital necesario por sus propios medios y otras precisarán ayudas en cuantías moderadas. Alguna se apresuró a dar a conocer su posición. Un portavoz del Banco Popular ratificó que la entidad «pasa el corte y no va a precisar ningún tipo de ayuda pública».

El estresado no es un escenario potencial, sino «muy exigente» o «conservador», según las firmas. Servirá de base para la demanda de ayuda financiera a la Unión Europea, pero después será preciso «afinar más». Por eso se queda a la espera del informe de las cuatro auditoras -Deloitte, Ernst & Young, KPMG y PwC- que trabajan desde mayo en el análisis exhaustivo de balances y carteras de los bancos que tendrán que presentar el 31 de julio. Esta auditoría permitirá la correcta clasificación de los préstamos y los niveles de provisión. Ya concluida, se reestablecerán los balances de las entidades, en un ejercicio que terminará en septiembre.