Hollande, Merkel, Monti, Rajoy, Cameron, Van Rompuy, Obama y Durao Barroso, durante la reunión de la Eurozona y Estados Unidos en la cumbre del G-20. :: GOBIERNO DE ESPAÑA
Economia

El Eurogrupo rechaza las ayudas directas a la banca que pide Rajoy

Los socios europeos fuerzan a España a asumir el impacto del rescate en sus cuentas públicas

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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El Eurogrupo repelió ayer la segunda ofensiva de España para lograr inyecciones directas a la banca. El club de la moneda única insistió en que las reglas de los dos fondos de rescate -provisional y permanente- obligan a transferir a los gobiernos el dinero destinado a recapitalizaciones. Mariano Rajoy, con el respaldo del presidente de la Comisión, reclamó en el G-20 la flexibilización de estos requisitos para que el salvavidas no dispare la deuda española, factor que ha exacerbado más las dudas de los mercados. El Ejecutivo comunitario admitió que será muy complicado cambiar la normativa a «corto plazo», pero seguirá defendiendo su postura frente a Alemania.

La Eurozona respondió a la petición de Rajoy y José Manuel Durao Barroso con la normativa de los fondos de rescate. «Según las reglas y procedimientos vigentes, un ejercicio de recapitalización directa no es posible», subrayó un alto funcionario de la UE. «Hay centenares de personas, especialmente en España, que dicen que sería deseable», agregó consciente del debate abierto. El Gobierno ya intentó sin éxito que se habilitaran las inyecciones sin pasar por las cuentas públicas antes de la aprobación del rescate bancario. Bruselas, por su parte, ha reclamado a los socios que modifiquen la legislación para reforzar los cortafuegos en la lucha contra el contagio griego.

Rajoy recuperó su apuesta por las ayudas directas en la reunión del G-20, donde también se esperaba que las grandes potencias presionaran a la Eurozona en esa dirección. El presidente proclamó ante el plenario del organismo la necesidad de «romper el vínculo entre riesgo bancario y riesgo soberano». A su juicio, esta relación se ha convertido en «tremendamente dañina» para la solvencia de los países. Aunque se esperaba lo contrario, los mercados han redoblado su castigo sobre España desde que se acordó el salvavidas. Uno de los elementos que explican esta mayor desconfianza es el deterioro que sufrirán las cuentas públicas al asumir la carga del rescate. La deuda podría escalar hasta el 90% del PIB.

La zona euro, de momento, no parece dispuesta a alterar su posición. Varios socios, con Alemania a la cabeza, sostienen que los países tienen que ser los primeros destinatarios de los préstamos para que garanticen su devolución. Todavía no se ha decidido qué fondo de rescate se utilizará para las recapitalizaciones españolas, pero en ambos se incide en que los gobiernos deben actuar de intermediarios. Solo existiría una pequeña rendija que ha dado mucho que hablar. Un artículo del mecanismo permanente permite introducir nuevas herramientas financieras, aunque se requiere un respaldo mayoritario y no está claro que por esta vía se pueda llegar tan lejos.

El fondo de rescate definitivo, que estará dotado con 500.000 millones, está previsto que entre en vigor el 9 de julio. Muchos socios, sin embargo, aún no lo han ratificado. El proceso no es un mero trámite porque en Holanda, Austria o Finlandia la perspectiva de nuevas ayudas a la zona euro genera fuertes pulsos políticos. Alemania aguarda al día 29 para dar el 'sí' coincidiendo con la trascendental cumbre en Bruselas. Angela Merkel tiene el respaldo de la oposición, pero su aprobación se ha unido a la votación del pacto fiscal. Socialdemócratas y verdes reclaman a cambio de su respaldo al pack completo un auténtico impulso al crecimiento.

El mecanismo permanente oculta otra trampa que inquieta a los mercados. El pago de sus préstamos pasa a ser prioritario, lo que podría agravar la estampida de inversores de la deuda española por miedo a verse relegados. Aun así, dentro del Eurogrupo existe «preferencia» por este fondo de rescate. Los socios estiman que el cerco que padece España en los parqués responde en buena medida a «problemas de naturaleza sistémica». De acuerdo a esta lectura, la nueva arquitectura que se negocia para la moneda única debería contribuir a rebajar las convulsiones en la prima de riesgo.

Los 17 socios del euro analizarán los primeros pasos del rescate español mañana en Luxemburgo. Allí se espera que España presente formalmente su petición de ayuda, aunque habrá que esperar para conocer el montante final.