«HEMOS PASADO DE POBRES A RICOS EN POCO TIEMPO Y NO VALORAMOS LO QUE TENEMOS»
Del Bosque pone las cosas en su sitio y lamenta el pesimismo general a pesar de estar en cuartos de final: «Somos fiables»
GNIEWINO. Actualizado: GuardarA su manera, sin levantar la voz pero con mensajes contundentes, Vicente del Bosque puso ayer las cosas en su sitio en una comparecencia ante los medios de comunicación en el cuartel general de Gniewino en la que hizo balance de la actuación de España en la fase de grupos, con empate ante Italia y victorias frente a la República de Irlanda y Croacia. Serio y visiblemente dolido por algunas críticas recibidas por la selección, sobre todo tras el encuentro ante los balcánicos, el técnico salmantino dijo no entender el pesimismo general que reina en el entorno a pesar de que 'La Roja' se ha clasificado invicta para los cuartos de final. Detecta el entrenador un punto de desconfianza hacia un grupo de futbolistas que ha sabido sobreponerse a las adversidades para lograr su primer objetivo en esta Eurocopa, y que a su juicio llega a los cruces a vida o muerte como «seria candidata» a revalidar el título. «Somos fiables», proclamó.
Se le nota preocupado a Del Bosque por los mensajes contradictorios que llegan a los jugadores desde el exterior, caracterizados, subrayó, por el «extremismo» propio de un país en el que parece no existir el término medio a la hora de hacer un análisis. Se pasa de golpe de lo bueno a lo malo, del blanco al negro, de las dudas ante los italianos a la excelencia ante Eire, del dominio de los campeones a la agonía ante los balcánicos. Y aunque los futbolistas y él mismo están acostumbrados a estos vaivenes, considera, aunque no lo diga abiertamente, que se les ha tratado con cierta injusticia. Hay un poso de decepción después de lo visto ante el equipo ajedrezado que, según su criterio, no concuerda con su percepción ni con la de la plantilla. «Da la sensación de que ahora nos sabe a poco todo. Hemos pasado de pobres a ricos muy rápidamente. Y quizás eso haga que no sepamos valorar lo que tenemos», declaró, en defensa de los suyos.
Respuestas meditadas
Las frases fueron explícitas y la profundidad de las mismas hay que buscarla precisamente en el tono sosegado con el que las pronunció. Su mesura demuestra que estaban muy meditadas y que por tanto no respondieron a un enfado puntual ni obedecieron a una respuesta en caliente. Consciente de que la exigencia de la competición va a ser cada vez mayor y de que ganar los partidos con suficiencia será casi imposible por la entidad de los próximos rivales, Del Bosque quiso resaltar la dificultad de la empresa para concienciar a los aficionados de que hay que conceder un valor a lo conseguido hasta ahora. Teme el salmantino que una percepción errónea pueda llegar a calar entre los jugadores. Y puso un ejemplo muy gráfico: «Somos la única selección que no se ha abrazado al clasificarse para cuartos. Las demás estaban contentísimas. Nosotros nos fuimos al vestuario como si acabáramos de marcar un penalti, sin más».
Hay una coincidencia casi absoluta de que gran parte del éxito de España surge de las extraordinarias cualidades del seleccionador para gestionar el vestuario. Lo demostró en el Mundial de Sudáfrica, en el que logró revertir internamente la derrota en el debut ante Suiza para transformarla en un elemento más de motivación, y lo corroboró después cuando las tensiones entre los internacionales del Real Madrid y el Barcelona amenazaban con convertir 'La Roja' en un auténtivo polvorín. Aún quedan rescoldos de aquello e incluso algunas relaciones de amistad entre blancos y culés se han enfriado, pero el cuerpo técnico ha establecido unas pautas de convivencia y de respeto infranqueables para que los posibles nuevos focos de fuego sean controlables. Siempre que detecta señales de alarma, incluso en el caso de que sean injustificadas, toma cartas en el asunto para zanjarlo de inmediato. Y lo ha vuelto a hacer en Gniewino.
Pero Del Bosque ha demostrado que no solo es un excelente gestor de plantillas, sino que, al contrario de lo que opinan sus detractores, también es un gran estratega que adopta decisiones arriesgadas producto de la minuciosidad en el estudio de los rivales. Quizás la más recordada sea la apuesta por Pedro en la semifinal del Mundial ante Alemania, a la que desconcertó al ampliar el campo con un extremo para buscar la verticalidad desde los costados. Cuando ayer se le preguntó por el recurrente debate del '9' en el torneo continental, el entrenador dio una lección táctica para argumentar desde el punto de vista futbolístico las decisiones en ese sentido adoptadas en los tres partidos. Vino a decir que durante los choques hay unos escenarios más favorables para Torres y otros para Cesc. Y que juega con doble pivote para ganar equilibrio en el centro del campo. «Y, de momento, creo que no nos ha ido tan mal», agregó.
Los resultados le avalan
En la Eurocopa los resultados le avalan, con independencia de que el juego de 'La Roja' sea más o menos fluido. En el debut ante Italia apostó por Fábregas como falso ariete y, aunque en términos generales el experimento resultó fallido, fue el catalán el que logró el gol del empate. Ante Irlanda confió en Torres, quien había dado muestras de una preocupante desconexión ante la escuadra 'azzurra'. Y volvió a acertar, ya que el punta del Chelsea dio la tranquilidad al equipo al marcar en el primer balón que cazó en el área. Ante Croacia los campeones sufrieron y en el Gdansk Arena sobrevolaron los fantasmas de tiempos pasados porque España estuvo durante varios minutos a un solo gol de la eliminación. En la segunda parte Del Bosque retiró al delantero del Chelsea y recuperó el esquema del '9' oculto, primero con Silva y después con Cesc. Fue el jugador del Barça quien inició la acción que acabó en el tanto de Navas.
De madrugada, poco después de que la expedición española regresara desde Gdansk al hotel de Gniewino, Del Bosque vio por televisión el partido ante Croacia para analizar las fortalezas y las debilidades. En su opinión, los balcánicos sufrieron más que los españoles. Y aunque Iker Casillas hizo una parada prodigiosa que quizás haya cambiado el destino de 'La Roja' en la Eurocopa, cree que el dominio del encuentro fue siempre de los campeones. Admitió que había una amenaza latente, pero recordó que también le ocurrió lo mismo a Rusia, que tuvo que hacer las maletas, y a Alemania, que llegó a tener dudas ante Dinamarca a pesar de que tenía ya seis puntos en su casillero. Fue su manera de ratificar que ganar es cada vez más complicado por la igualdad en el fútbol. «Nadie es imbatible. Claro que nosotros también podemos perder. Pero siguen respetándonos por nuestro esfuerzo y nuestra generosidad», subrayó el técnico.